Compromiso a bordo

El navegante vasco Unai Basurko ha decidido cambiar la competición por la educación; el velero con el que habitualmente navega, de 18 metros de eslora, por otro más robusto, de 20,4 metros, y la soledad con la que afronta sus retos por una tripulación de siete miembros. Con el objetivo de promover la sostenibilidad y valores respetuosos con el medio ambiente, Basurko partirá el próximo sábado desde el muelle del Museo Marítimo de Bilbao camino del Mar del Norte y regresará a casa a finales de octubre.

La experiencia no supone más que "un giro de rumbo" para "intentar establecer una nueva relación con el océano, desde el respeto y el conocimiento a través de un proyecto educativo", , según explicó ayer Basurko al presentar su proyecto en Bilbao. La expedición se podrá seguir a través de la web pakeabizkaia.com y pretende acercar a niños de entre 6 y 16 años el mundo de la navegación y comprometerles con el cuidado del medio ambiente.

El navegante pretende "establecer una nueva relación con el océano"

La tripulación relatará su experiencia a escolares de entre 6 y 16 años

El proyecto nació tras años de "maduración" y navegación. Basurko tomó como fuente de inspiración a Peter Blake, navegante neozelandés quien, tras haberse convertido en un referente de la vela, "fue consciente de que tenía que hacer un esfuerzo por inculcar una serie de valores relacionados con la navegación y con el respeto a los océanos", subrayó.

Una vez que la tripulación del Pakea Bizkaia regrese a Getxo, su puerto base, tras haber alcanzado el Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa, las ikastolas y colegios interesados podrán visitar un aula educativa que la tripulación instalará y donde relatarán a los alumnos todo lo aprendido en el viaje. Para ello han programado en los países en los que harán escala (Irlanda, Reino Unido, Noruega, Dinamarca, Alemania, Holanda, Bélgica y Francia) reuniones con asociaciones e instituciones con las que la tripulación elaborará el material didáctico que luego enseñará a los niños. Los alumnos también podrán visitar la embarcación y, a través de un blog en el que escribirán Basurko y los miembros de su equipo, estar al corriene de las paradas y de todo lo que sucede en el barco durante la expedición.

La tripulación, formada por miembros de otros proyectos emprendidos por Basurko, cuenta con especialistas en educación, biología y medicina, entre otros, y elaborará un documental con las imágenes que capturen durante el trayecto.

A este primer viaje seguirán otras tres, cuyo recorrido todavía no se ha decidido. Basurko reconoció que el proyecto supone "un tipo de navegación muy diferente" a lo que ha hecho hasta el momento. "No por no ser competición deja de ser menos atractivo. Alcanzar lugares como el Cabo Norte supone desde el punto de vista de la navegación algo exigente y atractivo", añadió.