_
_
_
_
_
Editorial:Editorial
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Resultados parciales

Si las decisiones de inversión de las empresas dependieran directamente de los resultados registrados en el pasado inmediato, las empresas que conforman el Ibex 35 deberían estar preparando aumentos significativos en su capacidad y producción, incluidas decisiones de contratación de factor trabajo. Los beneficios correspondientes al primer semestre para las empresas que cotizan en Bolsa han sido mucho más favorables que los registrados en el mismo periodo del año anterior. En cierta medida, las cotizaciones bursátiles han acusado esa mejor evolución en la capacidad de generación de excedentes, aunque son expectativas menos adversas, especialmente las asociadas al conjunto de las empresas financieras, lo que quizá en mayor medida ha condicionado la recuperación de las cotizaciones de algunos valores en estas últimas jornadas. Pero el que las empresas hayan tenido una primera mitad del año menos mala que la del pasado no significa que esa sea la evolución de todo el censo empresarial español. La representatividad de las cotizadas es muy limitada. España sigue estando mayoritariamente poblada por empresas pequeñas, responsables de una amplísima mayoría del empleo y de la inversión. En la Bolsa también están las compañías más abiertas al exterior, con mayor capacidad de distanciamiento de la debilidad relativa del crecimiento económico español.

Más información
Los beneficios mantienen el tipo

Es el caso de los bancos. Sus resultados siguen siendo declinantes, en primer lugar, porque vienen de excepcionales registros y, en segundo, porque son tributarios de la erosión de márgenes y la mayor necesidad de dotaciones que impone la caída de la actividad. En realidad, el deterioro en la calidad de sus activos y por ende de sus márgenes son el reflejo de esa escasa representatividad del Ibex: al conjunto de las empresas españolas les va peor que al promedio de las cotizadas. De todas formas, los excedentes bancarios siguen reflejando en algunos casos la mayor diversificación geográfica de los grandes. Telefónica o las pertenecientes al sector energético tienen una porción cada vez mayor de sus ingresos y beneficios fuera de España. Es saludable y bueno para sus accionistas, pero esos márgenes no contribuyen precisamente a aumentar de forma inmediata las decisiones de aumento de capacidad en España. Por eso, es probable que beneficios empresariales aceptables en las cotizadas coexistan con registros altos de desempleo y el mantenimiento de una tasa de mortalidad empresarial elevada.

Mientras la demanda interna no se recupere, los beneficios del conjunto de las empresas españolas no aumentarán y los de las grandes empresas no serán representativos y, en todo caso, no serán suficientemente premonitorios de ese sostenido crecimiento en la inversión que marcará el verdadero inicio de la recuperación: es decir el inicio de la reducción del desempleo, el más grave desequilibrio que hoy exhibe la economía española que, en cierta medida, denuncia sus importantes limitaciones estructurales. Que lo hasta ahora observado no marcará tendencia también se ilustrará en el ritmo declinante de esa generación de beneficios, consecuente con una recuperación económica muy débil y no exenta de vulnerabilidad. Los resultados empresariales de esta primera mitad del año son, en definitiva, necesariamente parciales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_