"Euskadi debe mirar a Oriente para resolver la violencia"

El embajador de España en la India, Ion de la Riva, (Caracas, 1959) es un diplomático de carrera pero, sobre todo, de corazón. Su estancia en Calcuta durante una año sabático fue vital para descubrir el país; un verdadero espectáculo que va desde los orígenes de la Humanidad hasta los desafíos del siglo XXI, suele decir. De visita en San Sebastián, el diplomático de origen vasco, habla sobre el legado de Gandhi en la Casa de la Paz de Ayete.

Pregunta. ¿Qué destacaría del momento que vive la India, que ha pasado de ser una colonia a una potencia mundial?

Respuesta. Es un nuevo tipo de super potencia porque aúna un legado ético que viene de la época de Gandhi con la idea de que es un país que se está desarrollando sin recurrir a la dictadura, al contrario que China que lo hace a costa de reducir las libertades. India tiene que salir de la pobreza pero respetando la libertad de expresión, la democracia y la pluralidad de pueblos y religiones porque es un país más complejo que toda la Unión Europea junta. India es una super potencia plural en lo religioso y étnico y en el respeto de las libertades. Porque las dictaduras sacan a los países de la pobreza pero con un coste enorme.

"La India auna un legado ético y un desarrollo sin la dictadura"

P. Con 1.100 millones de habitantes, la India se ha ganado el título de la mayor democracia del mundo. Un tanto sarcástico en un mundo de castas.

R. Son las paradojas en las que vive la India porque evidentemente es difícil ver la democracia cuando hay tanta pobreza y desigualdad. La historia es cómo lograr salir de la miseria sin optar por recetas de monoteísmo político o religioso.

P. ¿La industria tecnológica es un valor en alza?

R. Mientras China ha desarrollado las infraestructuras, la India no lo ha hecho. Este país ha desarrollado lo invisible; las tecnologías de la información, de la biotecnología, biofarmacia y ahora le toca desarrollar las infraestructuras. Por eso, hay una gran oportunidad de negocio.

P. Qué significa para usted hablar de Gandhi en la Casa de la Paz?

R. Es un privilegio. Mi familia es donostiarra pero se exilió a Venezuela durante la Guerra Civil porque era del bando republicano y siempre he estado muy vinculado a los conflictos que vive la sociedad vasca con el terrorismo. Me gustaría recordar que una faceta muy importante de la faceta de Gandhi era la no violencia. Pero no una violencia en plan resistencia pasiva sino que logró derrotar al Imperio Británico de India movilizando a toda la sociedad contra las prácticas violentas del Ejército británico. Las lecciones de Gandhi de cómo hay que cambiar la mentalidad para lograr objetivos son muy importantes. En Euskadi siempre se toma como ejemplo a Irlanda y como solucionaron el conflicto armado pero quizá no nos damos cuenta de que también hay que mirar a Oriente.

P. ¿Es lo que tiene que hacer la sociedad vasca ante el conflicto de ETA?

R. Creo que sí, que ha llegado el momento de que además del diálogo que pueda haber con el Gobierno y la banda, lo tiene que haber es una sociedad que dé un paso adelante con valentía y que diga que se puede discutir cualquier asunto relacionado con la independencia sin recurrir a la violencia.