Llega lo bueno a Montjuïc

Mientras se espera a los jóvenes, los veinteañeros sevillanos Marco y la bomba Kevin López, que mañana estarán en la final de 800, otros nombres sonarán hoy. García Bragado, Mayte Martínez, Marta Domínguez, Reyes Estévez, Arturo Casado, Manolo Olmedo... El núcleo duro del atletismo español toma el estadio de Montjuïc. Es la lucha final por las medallas, por el prestigio de un atletismo que se ha visto desbordado los tres primeros días por la irrupción de nuevas estrellas francesas, británicas. Pero, tranquilos, llegan los veteranos. Un repaso a las finales en las que participan hoy es, de hecho, un repaso rápido a la historia de los éxitos del atletismo español en la última década y algo más, incluso a los años finales del siglo XX.

- 7.35 horas. 50 kilómetros marcha. García Bragado, el marchador incombustible, tiene casi 41 años y consiguió su primer gran título hace 17, cuando se proclamó campeón del mundo en Gotemburgo. Pese a ello, sigue compitiendo con la ilusión de un juvenil, con la curiosidad de un recién llegado a un mundillo en el que ya ha recorrido miles de kilómetros a golpe de zapatilla. Cada año, una innovación para García Bragado, que celebró su 40º cumpleaños conjuntamente con el bronce del Mundial de Berlín corriendo en menos de tres horas el maratón de Nueva York. "La novedad de este año ha sido que he estado afinando mi puesta a punto las semanas pasadas en Palma de Mallorca sometiéndome a sesiones en la cámara de hipoxia que Joan Llaneras, el campeón mundial de pista, tiene preparada junto al velódromo para los ciclistas. Y él mismo, Llaneras, me ayudaba a regular el aire y esas cosas", dice el marchador de Canillejas, quien solo teme a una cosa, el aburrimiento. "Aunque ya estemos hechos a la monotonía de nuestra especialidad, el circuito de solo un kilómetro, con unas curvas excesivamente cerradas, puede ser una pesadez". En Palma, también, García Bragado se ha debido pegar buenos madrugones. "Tenía que entrenarme antes de las ocho", dice, "antes de que los turistas invadieran las playas". El donostiarra Mikel Odriozola es el otro español en liza.

- 20.25. 3.000 metros obstáculos femeninos. No hay atleta española con más medallas que Marta Domínguez, palentina de 34 años, que lleva toda la década en plan minera del metal. Dos oros europeos en 5.000 metros -2002 y 2006-, un oro mundial en 3.000 obstáculos, en 2009, dos platas mundiales en 5.000, en 2001 y 2003, y, hoy, un nuevo asalto, la final de los 3.000 obstáculos para la que parte como favorita, pues, aparte de llegar como campeona mundial en activo, también lo hace con la mejor marca europea de la temporada, 9m 17,07s, el 9 de junio en Huelva. "Y eso que lleva un año rarísimo", dice su entrenador, César Pérez. "Pues este invierno no ha competido nada, tantos homenajes y asuntos varios tenía que atender". Además, en abril, una infección la tuvo unos días ingresada en un hospital palentino. "Pero Marta es increíble", continúa Pérez. "A primeros de junio ya hizo buena marca, y la confirmación de que todo iba sobre ruedas nos llegó a primeros de julio, cuando también en Barcelona consiguió su mejor marca de nunca en 1.500, con 4m 4s". Esta prueba fue su última competición antes de los Europeos y la disputó justo después de un viaje relámpago a Portland, Oregón, donde debió participar en el Prefontaine, un mitin organizado por su patrocinador personal, Nike. "Aparte de la velocidad mostrada en el 1.500, Marta ha seguido también progresando en el aspecto técnico, pues no hay que olvidar que esta es apenas su tercera temporada como obstaculista", dice Pérez. "Si el año pasado pasaba bien seis de cada diez obstáculos, este ya son ocho. Y en la ría ya está cerca del ideal de considerarla como un paso más, sin pensar en tomar carrerilla ni saltar asustada por la caída". "Si no supiera que podría ganar ni habría hecho el esfuerzo por prepararme", dice Domínguez, a quien acompañará en la final Zulema Fuentes-Pila y cuya principal rival será la rusa Yuliya Zarudneva, a quien ya dejó de plata en la final de Berlín hace un año.

- 21.50 horas. 800 metros femeninos. Acostumbrada a pelear contra imposibles, para Mayte Martínez lo de hoy no debería ser nada del otro mundo, pues de hecho, antes de llegar a Barcelona ni pensaba que estaría en la parrilla de salida de la final. Sin embargo, la forma espléndida en que se calificó, la comprensión de sus propias fuerzas -"aunque no he podido aún ver la carrera, no la han colgado en YouTube", se lamentaba-, el conocimiento de su prueba -"ya tengo normalizado el piloto automático a dos minutos y aunque no esté muy bien de forma puedo hacer los 800 en ese tiempo", dijo- y su carácter competitivo la tenían ayer casi sobreexcitada, como en los grandes momentos. "Ya creo en la medalla", dijo, "aunque la rusa Savinova, que este año ha corrido en 1m 57s, y las británicas Simpson y Meadows son complicadas. Pero tampoco son Semenya, ¿no?"

- 22.00 horas. 1.500 metros masculinos. De los tres que participan hoy en la final de la tradicionalmente para los españoles prueba reina de los Europeos, los 1.500, uno es un veterano veteranísimo, Reyes Estévez, ya campeón europeo hace 12 años; otro es un veterano aunque aún sólo tenga 27 años, Arturo Casado, que ya fue finalista en el Mundial de Helsinki, hace cinco años, y el otro, Manuel Olmedo, también tiene 27 años pero es un novato en la prueba. "Harto de chocar con el muro del 800, ha decidido dar el salto este año al 1.500", dice su entrenador Enrique Pascual. El llamado muro del 800 se refiere a la extrema dificultad de sobrepasar las semifinales de las competiciones mundiales u olímpicas. "Y Olmedo tenía calidad para correr en 1m 43s, pero nunca se ha dado la conjunción necesaria de circunstancias para intentarlo. Por eso está en el 1.500 desde este año. Y está tan bien que creo que es el máximo favorito, vamos, que va a ganar". Pascual sabe de qué habla, pues ya en el mismo lugar, en los bosques de Valonsadero, en Soria, preparó hace dos décadas a Fermín Cacho, aún recordman europeo y campeón olímpico de 1.500 en Barcelona. "Una final europea seguro que no va más rápido de 3m 36s, y a partir de ahí, Olmedo, con su final, es imbatible". Mientras Estévez habla de su pasado y de su final, Casado tiene fe en sus posibilidades. "Hay que creer, hay que creer", dice el madrileño.