El Macba y La Caixa suman su arte

Unas 2.400 obras por valor de 160 millones de euros, que se situarían, por lo que a la producción artística de los últimos 30 años se refiere, por encima de las del Reina Sofía. Ese es el resultado del acuerdo que alcanzaron ayer -y que presentarán en septiembre- el presidente de La Caixa y su fundación, Isidre Fainé, y el de la Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), Leopoldo Rodés, por el cual decidieron unir las colecciones de arte contemporáneo de ambas entidades.

La creación de un comité asesor único, fruto de la fusión de los equipos y que rondaría las nueve personas, y el establecimiento de una política coordinada de adquisición de obras serían las claves del convenio entre las fundaciones privadas (si bien la del Macba alimenta al museo concertado con los organismos públicos), que en principio tendrá validez por cuatro años.

"Barcelona se convertirá en la capital del arte actual", dice Marí

La complementariedad de los fondos es otro valor añadido: el de La Caixa, con 869 obras, es fuerte en artistas de los años cincuenta y de los ochenta (Marlene Dumas, Saura, Tàpies, Oteiza...), y el del Macba lo forman nombres más conceptuales de los años sesenta y setenta, y recientes: de finales de los noventa hasta hoy (Marcel Broodthaers, James Coleman, Palazuelo, Llena...).

"Nos complementamos como anillo al dedo; en este caso, uno más uno suma tres porque lo que compró La Caixa en su momento hoy no es ya factible de adquirir y nosotros nos hemos fijado más en lo emergente, que ellos ya no controlaron", manifestaba ayer en Argentina el director del Macba, Bartomeu Marí.

La suma de capacidad de aquisición de obra conjunta, admite Marí, tuvo su peso en la decisión: "Cuando el sector público vive más estrecheces, esto viene bien, y es evidente que nos deja en una buena posición para hacer de Barcelona la capital del arte contemporáneo". Pero eso debe ir unido a proyectos de colecciones y publicaciones, y de mayor visibilidad del arte contemporáneo, apostilló la directora de la colección de La Caixa, Nimfa Bisbe, que fijó en "varios meses y con mucha discreción" las negociaciones.

Esa cautela explicaba la sorpresa que causó la noticia entre los galeristas y críticos consultados ayer por este diario, que en general se felicitaron por "una unión de gestión privada que revertirá en lo público", según resumía Pilar Parcerisas, crítica de arte y vicepresidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Cataluña. "Que las galerías les podamos vender más o menos es una anécdota; lo importante es que son colecciones de referencia y la unión generará unas sinergias muy buenas para el sector", aseguró el galerista Carles Taché.