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La Cámara de Cuentas halla graves irregularidades en Galapagar

Muchos gastos entre 2004 y 2006 están al margen de la ley

Esther Sánchez

Los auditores de la Cámara de Cuentas de Madrid han detectado múltiples irregularidades al revisar la gestión municipal del Ayuntamiento de Galapagar entre 2004 y 2006, fecha en la que gobernaba el PP con mayoría absoluta. Entre ellas, gastos tramitados "totalmente al margen de la ley", abonos a un trabajador de más de 6.000 euros como complemento de productividad por dos días de trabajo, desaparición de expedientes del archivo, fragmentación de facturas para evitar convocar un concurso, adjudicaciones a empresas con la oferta más cara, entre otras deficiencias. No se recibió ninguna alegación por parte del Consistorio. El PSOE, en la oposición, considera que estos episodios de descontrol y derroche han llevado al pueblo a la bancarrota con una deuda de más de 42 millones de euros. El equipo de gobierno, nueve ediles del PP y dos de la Plataforma de Vecinos, asegura estar satisfecho con las conclusiones del informe, que está aplicando para poder remontar el gran agujero económico del que culpan a Gobiernos anteriores socialistas.

Los gastos en servicios en 2006 tienen "importantes defectos"
Una empresa que acudió al concurso vendió un equipo para el teatro
La gestión de un aparcamiento la ganó una compañía sin experiencia

La Cámara de Cuentas inició la investigación tras recibir una solicitud del PSOE, cuando recuperó el poder en las elecciones de 2007, que perdió un año después por una moción de censura. El resultado de la auditoría pone de manifiesto "el grave empeoramiento de la situación económica y financiera del Ayuntamiento y, en particular, en 2006". Se pasó de un ahorro neto de 693.712 euros en 2004 a un déficit de más de seis millones en dos años. Sobre todo porque los gastos aumentaron un 57% y los ingresos solo un 20%, según indican los auditores.

"Y es que todo valía", rememora la concejal socialista, Carmen Andoanegui. "El presupuesto de 2006 se duplicó. Y falseando las cifras, porque no existían datos objetivos de los ingresos que decían iban a soportar esa subida. Lo peor es que se gastó lo que no teníamos", asegura. Para complicar aún más la situación, la Cámara de Cuentas indica que el Consistorio no controla los ingresos de las actividades deportivas y culturales, de los toros y fiestas patronales o los que proceden del festival de jazz. Solo conoce el importe que se ingresa al final en sus cuentas bancarias, pero no verifica si corresponde a la totalidad de lo que se ha cobrado en las taquillas.

Los gastos en bienes corrientes y servicios para 2006 también "adolecen de importantes defectos". En ocasiones ni siquiera los autoriza el alcalde o el pleno y carecen de asignación presupuestaria. Es el concejal el que decide, y después de la compra o la realización del servicio presenta la factura.Algunos ejemplos donde se omite "totalmente" el procedimiento exigido es en las obras del edificio de la tercera edad o en la redacción del proyecto de la biblioteca municipal. Esta forma de actuar provoca que el Ayuntamiento tenga gastos que tardan años en salir a la luz y el presupuesto va a arrastrando desfases. A 31 de diciembre de 2006, faltaban por reconocer gastos por 604.743 euros, correspondientes a 175 facturas.

El Ayuntamiento también fracciona facturas para evitar que su importe les obligue a convocar un concurso público. Los auditores indican que al ser del mismo proveedor y de la misma fecha "tenían que haber sido tramitadas con un solo contrato". Por ejemplo, los trabajos de coordinación y salud de la cubierta del velódromo, en 2006, se abonaron con seis facturas correlativas de 3.132 euros cada una. Otra de los tirones de oreja va dirigido a las gratificaciones que se otorgan sin acreditarse que se ha llevado a cabo un trabajo extraordinario o fuera de la jornada laboral. Por ejemplo, se abona a un trabajador 15.344 euros por sustituciones, pero sin estar justificado que tuviera que reemplazar a otro empleado.

No es lo único que falla. Los auditores se encontraron con sorpresas al fiscalizar los 72 contratos que se celebraron en ese periodo por 72.563.849 euros. El expediente de la concesión de la explotación del aparcamiento público de la plaza del Caño, por 1,9 millones, había desaparecido de los archivos y se adjudicó a una empresa que se dedicaba a la explotación de bares, restaurantes, cafeterías y toda clase de fincas. Nada que ver con la gestión de aparcamientos.

"Es uno de los contratos más dudosos", sostiene el concejal de Foro Verde, José Luis Barceló. "Yo estuve en la mesa de contratación. Solo se presentó una oferta y la empresa no tenía nada que ver con lo que pedíamos. Dije que lo pararan, pero siguieron adelante", añade el edil.

En la compra de un equipo de producción para el teatro Jacinto Benavente por 89.000 euros aparece en cuando se abren las proposiciones económicas una empresa que no estaba en el acto previo y que resultaría la adjudicataria. Y en las obras para cubrir el velódromo municipal, adjudicado por 3,2 millones en 2005 se aplican unos criterios imprecisos y meramente valorativos, según recoge el informe de la Cámara de Cuentas regional.

"Les llaman la atención en todo. Y ahora quieren que los contribuyentes sean los que paguen. En 2008 se ha subido el impuesto de vehículos en un 55% y las actividades municipales y deportivas en un 300%. Si por un trimestre de inglés te cobraran 18 euros, ahora pagas eso, pero cada mes", critica Andonaegui.

El informe está colgado en la www.camaradecuentasmadrid.org y se dará cuenta de él en el pleno de este lunes.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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