Pedrosa doma al fin su Honda

Sí, su Honda vuela. No hay quien gane a Dani Pedrosa en plena recta. Pero, a veces, la RC212V del catalán parece más un potro desbocado que una moto de competición. "Llegaron con una moto muy verde este invierno", declaró el piloto respecto del trabajo de HRC. Han tenido que hacer deberes extra en verano, ya metidos en faena. Él y su equipo han tenido que utilizar cada gran premio para desarrollar la moto y buscar una base de partida desde la que preparar la carrera sin tener que empezar de cero cada viernes. El pasado fin de semana, en Alemania, fue el primero del curso en que Pedrosa rodó rápido desde los primeros entrenamientos libres. Y el domingo se apuntó su segunda victoria de la temporada. "Cuando Dani lo tiene todo a punto va muy fuerte", recuerda Jorge Lorenzo, líder del campeonato. Hoy se verán las caras en Laguna Seca (23.00, hora española, TVE-1).

Han modificado el chasis, la suspensión y hasta la posición del piloto en la moto

Las imágenes de los tremendos coletazos que le daba la Honda en la entrada a las curvas en aquel primer gran premio en Qatar se han repetido en más de un circuito. Unos zarandeos que desquiciaron al piloto catalán. Y que han mantenido en vilo a su equipo, que ha tenido que hacer muchísimos cambios hasta dar con un paquete ganador: han cambiado el chasis en diversas ocasiones; también las suspensiones, después de debatir si el problema era el cambio de las Showa que calzaba en 2009 a las Öhlins que lleva ahora; se ha probado una diferente distribución de los pesos y hasta se ha modificado la posición del piloto sobre la moto.

"La diferencia es dónde pongo mi peso sobre la moto; antes el peso se desplazaba más hacia la zona trasera, ahora queda más centrado", reconoce Pedrosa. "Hay muchas maneras de cambiar la distribución del peso de la moto: la longitud del basculante, el ángulo de la parte frontal, la altura del manillar..., no solo la posición del piloto", añade Mike Leitner, su jefe de mecánicos.

Hay diferencias evidentes entre la Honda de Pedrosa y la de su compañero de taller, Andrea Dovizioso. Es fácil advertir, a simple vista, cómo la moto del italiano sitúa al piloto en una posición mucho más retrasada -el depósito de la gasolina es bastante más alargado, por ejemplo-, más lejos del manillar de lo que lo está Pedrosa. Es solo un detalle significativo que indica cómo la Honda se ha adecuado al cuerpo menudo del de Sabadell. "Dani tiene muchísimos puntos positivos, pero su tamaño (1,60m) y su peso (52 kilos) es uno de los puntos que no es tan positivo. Para él, un pequeño cambio en la moto puede tener un efecto mucho mayor que para un piloto más corpulento. Si bien, cuando logramos que la moto esté en el punto exacto, va perfecto", ahonda Leitner. "Noto mucho cuando cambia la distribución del peso, porque la moto tiene una manera diferente de comportarse", advierte el motociclista.

Desde la carrera de Italia, en Mugello, el circuito que asistió a la primera victoria del año de Pedrosa, no ha habido grandes cambios en la moto. Han dado, aunque tarde, con una buena base, más o menos estable, a partir de la cual realizar una puesta a punto lo más fina posible para pelear por la victoria en cada gran premio, como ocurrió en Sachsenring.

Obviamente la moto no es perfecta. Ninguna lo es. ¿Qué queda por mejorar en la Honda? Pedrosa pide una moto más estable en frenada, y que además mejore la velocidad de entrada a curva y cómo pasa la moto en los baches. Pero es hoy mucho más optimista que al inicio del curso. En sus cuatro años anteriores en la categoría reina solo pudo ganar dos grandes premios por temporada. Este 2010 ya ha cubierto el cupo. Y confía en romper el maleficio.