Regreso al parte
El acuerdo alcanzado por socialistas y populares para que las televisiones privadas se atengan a criterios de proporcionalidad a la hora de elaborar sus informaciones en campaña electoral, recuerda a los tiempos del parte, cuando todas las radios estaban obligadas a conectar con RNE a la hora de los noticieros.
Ahora, los dos grandes partidos han pactado que sea la Junta Electoral la que, cronómetro en mano, determine el tiempo que deben durar los vídeos dedicados a los mítines de campaña. La propuesta extiende al sector privado una práctica habitual en las cadenas públicas. De nada han servido los intentos de los periodistas de TVE -y de las televisiones autonómicas- para poner fin a este modelo de cuotas. La Junta Electoral ha ordenado, una y otra vez, que se tase la duración de las noticias en función de la distribución del arco parlamentario. A más escaños, más tiempo. Da igual si con criterios periodísticos un partido lo merece o no y poco importa a los políticos también si los televidentes, aburridos de tanta propaganda electoral, optan por apagar el televisor como hacían cuando aparecía la antigua carta de ajuste. Y como presumiblemente harán ahora.
Los dos grandes partidos se escudan en la búsqueda del pluralismo, lo que aparentemente es loable. También podrían alegar que es una particular manera de luchar contra el sedentarismo, tan malo para la obesidad y las enfermedades coronarias. Termina el telediario. Empiezan los espacios electorales: a correr. Se olvidan, eso sí, del derecho a la libertad de información y la libertad editorial, pero vivimos en una democracia mediática, ya saben, y los políticos adoran la televisión hasta el punto de haber convertido a los partidos en eficaces productoras que regalan a los medios sus bonitas grabaciones.
Alegan socialistas y populares (¡qué fácilmente se han puesto de acuerdo en esto!) que las televisiones existen gracias a una concesión administrativa y que ocupan un bien escaso como es el espacio radioeléctrico. El mismo, y banal, argumento serviría para la radio, pero no han explicado el porqué del olvido de dejarla fuera.
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