Banderas que confunden
El PP está siendo hábil planteando debates que sorprenden al PSOE sin las ideas claras y que plantean aspectos de la igualdad entre sexos muy alejados de la agenda gubernamental. El veto al burka fue un ejemplo: en un lado, los socialistas votando una cosa distinta en cada municipio, rotos entre su alma laicista y la sensibilidad hacia lo islámico, sin un discurso preparado. En el otro, PP y CiU exigiendo la prohibición sin matices, sin explicaciones, con los sondeos a favor.
Ahora, el PP toma la bandera de la igualdad entre padres y madres en los divorcios, encuentra aliados y deja al socialismo confundido entre quienes llaman a combatir el "neomachismo" y quienes promueven reformas similares en Aragón o Cataluña ante una nueva realidad familiar.
Tanto el uso del velo integral como la generalización de la custodia compartida requerían un estudio riguroso, escuchar a los expertos, analizar experiencias, prever excepciones. Pero cuando un debate es complejo la respuesta de la mayoría no puede ser esquivarlo ni aplazarlo. Porque otro corre más y coloca su mensaje simple y eficaz.
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