"Tenemos que bajar el fracaso escolar al 20%"
Lleva cinco meses al frente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, encargado de evaluar y analizar la educación no universitaria en Cataluña. Jorge Calero, de 46 años, es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y sociólogo especializado en educación. Nombrado por el Gobierno catalán, se ha estrenado con la evaluación de final de primaria y no está satisfecho. Asegura que hay que reducir el fracaso en secundaria del 30% al 20% de los alumnos.
Pregunta. Los resultados escolares han sido malos este curso. En primaria y en bachillerato ha bajado el número de aprobados. ¿A qué se debe?
Respuesta. Tenemos problemas, pero no hay ninguna modificación brusca de un año a otro, sino una situación más o menos estable, como hemos visto en la evaluación de sexto de primaria.
"Repetir curso no suele mejorar los resultados y a veces da más problemas"
"Repartir a los inmigrantes es bueno, pero hasta el 25% por aula no es negativo"
P. Los datos muestran que se ha empeorado en primaria
R. No se puede decir que haya empeorado, por los indicadores que tenemos. En la evaluación de primaria se ve una continuidad. Tenemos problemas y los vamos identificando mejor. Hay entre un 25% y un 29% de alumnos que no llegan al nivel mínimo en algunas competencias básicas
[lengua catalana, lengua castellana], pero de un año a otro no ha habido realmente bajada.
P. Decía que tienen los problemas identificados. ¿Cuáles son?
R. Hay una asociación muy fuerte entre los resultados escolares y los niveles educativos de las familias, y tenemos generaciones previas, las de los padres, con niveles educativos por debajo de lo deseable. También está la inmigración. En la mayoría de las competencias, los inmigrantes tienen 10 puntos menos que los nacionales en una escala de 100. Pero yo destacaría que los resultados no han caído de un año a otro.
P. No han caído de manera significativa. Pero se ve, y ustedes lo han dicho, que los resultados de primaria han bajado algo al ser la prueba más difícil que en el pasado.
R. Pero sustancialmente, de forma significativa, no podemos hablar de un descenso.
P. Casi uno de cada tres alumnos no aprueba la ESO en Cataluña. Algunos docentes critican estos días en cartas a los periódicos que se da el título de secundaria con hasta tres suspensos, aunque es una posibilidad que permite la normativa.
R. No me parece mal, en principio. Repetir curso tiene poca incidencia para mejorar los resultados. Hacerles repetir no mejora la calidad de la docencia y a veces da más problemas.
P. Pero le decía que no solo se puede pasar de curso con varios suspensos, sino tener el graduado en secundaria.
R. Si es legal....
P. Es legal, pero hay casi un tercio de alumnos que no superan la secundaria, y serían más si no se diera el graduado con suspensos.
R. Tenemos un nivel de fracaso a los 16 años, es decir, de alumnos que no se graduan en secundaria, relativamente mayor que el que aparece en las pruebas PISA. En PISA tenemos niveles similares a los de otros países y, en cambio, hacemos fracasar a un 29% o un 30% en secundaria. Hay que reflexionar si no tenemos un nivel demasiado exigente para graduar en ESO.
P. Si el futuro de un país depende en gran parte de la educación, no parece que haya como país un futuro esplendoroso con estos resultados, ¿no cree?
R. El problema lo tenemos identificado desde primaria. Entre el 25% y el 30% de los alumnos tienen problemas en primaria, luego en secundaria, y algo más del 20% tienen baja competencia en la prueba PISA. Es verdad que eso es un problema no solo educativo, sino también para la economía. Tenemos que seguir con políticas de mejora, pero ser conscientes de que estos fenómenos tienen raíces profundas en las generaciones anteriores y alterar eso lleva tiempo.
P. ¿Se refiere al bagaje cultural de las familias?
R. Efectivamente.
P. Algunos analistas, como Juergen B. Donges y Guillermo de la Dehesa, dicen que los cambios educativos son lentos y pueden tardar una década en dar frutos. ¿Está de acuerdo?
R. Estoy de acuerdo porque cualquier cambio que se haga ahora puede dar lugar a mejoras en el plazo de tres o cuatro años, pero no acabará de madurar del todo hasta que pasen unos años.
P. Dígame una tasa aceptable de fracaso escolar. Desde el casi 30% actual en secundaria, ¿hasta dónde sería aceptable?
R. Como meta realista, en cinco años podemos plantearnos bajar al 20% con mucho esfuerzo. Llegar al 20% sería una bajada potente.
P. En primaria, casi el 30% de los alumnos no tiene la competencia mínima en castellano y catalán, y algo más en inglés ¿Hasta dónde habría que bajar?
R. También al 20%
P. ¿El aumento de la autonomía escolar previsto y tener directores con más poder llevará a más éxito escolar?
R. La autonomía tiene muchas lecturas. Puede estar orientada a que las familias puedan elegir centro. Yo no hablo de esa autonomía, sino de la que permite a los centros identificar sus problemas cercanos, resolverlos y dar cuenta a la sociedad de lo que hacen para resolverlos.
P. ¿Hay que ir a un mejor reparto de los inmigrantes en las escuelas? El 85% están en centros públicos, cuando su cuota es casi del 60%, y los concertados tienen el 15%, cuando tienen cerca del 40% de las plazas.
R. Sabemos que un cierto nivel de inmigrantes en una escuela no tiene efectos negativos para la enseñanza hasta que supera determinado umbral
P. ¿Cuál es ese umbral?
R. No más del 25% o 30% por aula. Hay centros que lo superan. Cualquier redistribución de los alumnos inmigrantes será buena. Tener más alumnos de buen rendimiento mejora al resto y tenerlos malos empeora a los otros. Por tanto, una distribución mejor es deseable, pero es complejo.
P. Está previsto en la ley de educación española y en la catalana, pero no se ha avanzado en el reparto de alumnos inmigrantes.
R. Los inmigrantes viven en unos barrios y no en otros. Hay centros públicos que atraen a más inmigrantes de los que les corresponde por territorio. Todo lo que sea avanzar en una mejor distribución mejora la eficiencia y la equidad. Está en la ley y hay políticas orientadas a eso.
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