Al inversor le cuesta recuperar la confianza
La mayoría fija el final de la crisis a dos años vista
La pesadilla comenzó hace tres años y todavía no se vislumbra su final. En el verano de 2007 se manifestaron los primeros síntomas de una crisis financiera que con el tiempo mutó en económica y desembocó en una recesión global. A principios de 2010 el consenso de mercado manejaba un escenario de progresiva aunque lenta recuperación. Esta previsión, sin embargo, se ha puesto en cuarentena y hay cada vez más expertos que no descartan el temido double dip (entrada de nuevo en recesión). El estallido de la crisis griega ha tenido un efecto dominó cuyas consecuencias son impredecibles: la presión de los mercados sobre la deuda pública ha llevado a muchos Gobiernos a aplicar programas de austeridad que amenazan con secar la recuperación.
Un trimestre más los depósitos son el producto de inversión favorito
En este contexto, los inversores siguen teniendo más dudas que certezas acerca de dónde meter su dinero, como refleja la duodécima oleada de la Encuentra de Confianza del Inversor de JP Morgan Asset Management que publica EL PAÍS y que corresponde al periodo comprendido entre los meses de abril y junio de 2010. Es cierto que número de ahorradores optimistas -aquellos que creen "probable" o "muy probable" que los mercados suban en los próximos seis meses- aumenta con respecto a oleadas anteriores, situándose en el 25,1% de los encuestados frente al 19,6% del trimestre anterior. Esta tendencia, sin embargo, queda contrarrestada al comprobar que también aumenta el número de pesimistas -ven "probable" o "muy probable" caídas bursátiles-, pasando a representar del 25% del total al 29,2%.
La bipolaridad de los encuestados a costa del grupo de los más indecisos -los que creen que los mercados "se mantendrán igual"- se traduce en un estancamiento del índice de confianza de JP Morgan AM. Este indicador sigue en terreno negativo en el segundo trimestre del ejercicio, situándose en un nivel (-0,53 puntos) muy similar al de la oleada precedente (-0,57 puntos).
Las dudas de los inversores también se dejan notar en sus productos favoritos. En parte por sus miedos, en parte por la presión comercializadora de las entidades financieras, lo cierto es que el depósito sigue siendo el producto estrella. El 68,4% de los encuestados asegura que contratará un depósito o cuenta remunerada en los próximos seis meses. El 16,4% se decanta por los planes de pensiones, el 4,7% por los seguros, el 3,7% por los fondos de inversión y sólo el 2,7% dice que invertirá en renta variable.
Esta selección de productos está en línea con el objetivo que persiguen los inversores en estos momentos. El 50,6% de los ahorradores dice que lo que más valora a la hora de invertir es "no perder dinero", el 34,2% está dispuesto a sacrificar cierta rentabilidad a cambio de "cierta seguridad", y solo el 15,2% del total asegura que su meta es lograr la "máxima rentabilidad".
Los inversores más optimistas se decantan por EE UU como la Bolsa con más potencial en el segundo semestre del año (recibe el 26,9% de las menciones). En segundo lugar, en las preferencias de los ahorradores se sitúa el mercado español (23%) que recupera bastante terreno respecto a la oleada anterior cuando solo el 13,4% lo señalaba como la Bolsa con más recorrido.
¿Cuándo creen los inversores españoles que se saldrá de la crisis? Aumenta el número de personas que todavía ven lejos este momento. En concreto, el 53% de los encuestados fija el final de crisis en más de dos años (en el trimestre anterior este grupo representaba al 47,5%), el 24,9% cree que se tardará "entre un año y medio y dos años", el 16,1% "entre un año y año y medio" y el 4,55% habla de entre "seis meses y un año".
Dudas a largo plazo
JP Morgan Asset Management mantenía desde el verano de 2009 una visión de moderado optimismo con respecto a la renta variable, que se traducía en una sobreponderación de las acciones en su cartera. Sin embargo, la gestora estadounidense es ahora más cauta y ha situado en neutral su exposición a la Bolsa. "La situación económica es delicada", explica Manuel Arroyo, director de inversiones de esta firma. "La presión de los mercados para que los Estados rebajen su deuda va a conllevar menos estímulos para el crecimiento. La esperanza es que el sector privado tome el relevo inversor, pero hace falta un entorno de más confianza para que empresas y particulares se pongan a invertir", añade.
El rebote que acumulan las Bolsas en las últimas semanas puede continuar a corto plazo, según JP Morgan AM, apoyado por un entorno de mercado con los típicos tics estivales: poco volumen y alta volatilidad. "Sin embargo, es a medio y a largo plazo donde tenemos más dudas de la tendencia alcista por el impacto que puedan tener sobre la economía la retirada de los estímulos económicos", indica Arroyo.
Para calibrar la profundidad del rebote será clave el balance de la temporada de resultados empresariales del segundo trimestre. "Hace un año el mercado se fijaba en la capacidad de las compañías para ajustar sus costes, luego la atención pasó a la recuperación de las ventas, y ahora el interés va a estar en la capacidad de los grupos para retomar las inversiones", según este experto.
En este contexto, desde JP Morgan AM aconsejan incrementar el peso en cartera de la carga de la renta fija corporativa, "tanto el crédito de alta calidad como el de baja", volver a apostar por bonos convertibles y mantener la fe en la renta variable emergente.
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