El PSE cubre a Prieto pero finiquita el futuro del pacto alavés con el PNV

Las posibilidades de continuidad y proyección de futuro del pacto entre el PSE y el PNV en Álava están prácticamente finiquitadas. La cúpula del PSE-EE abordó de modo extenso la cuestión alavesa en su reunión del lunes, con la excepción de lo relativo a la presidencia de la Caja Vital, que sigue un cauce más restringido, y adoptó la decisión de actuar sin paños calientes y con una gran contundencia respecto del PNV. El conocimiento de que agentes de la policía vasca espiaban presuntamente a sus dirigentes y cargos institucionales para la mano derecha de Iñaki Gerenabarrena en la ejecutiva alavesa, Aitor Telleria, ha colmado el vaso y dejado desarmado al principal defensor del acuerdo con los peneuvistas, el secretario general en Álava, Txarli Prieto. Si el pacto no se rompe ahora mismo y del todo es por una única razón, señalaron fuentes conocedoras de la situación: para no aumentar los daños que supondría desestabilizar el territorio, arriesgando además la Caja Vital.

PSE y PP reúnen hoy a la comisión de seguimiento del pacto del cambio

La cuestión alavesa estará hoy muy presente en la comisión de seguimiento del acuerdo de bases, que se reúne por tercera vez en lo que va de año. Se convocó la semana pasada, después de que el secretario general del PP, Iñaki Oyarzabal, con la apoyatura de una decisión de la Junta directiva de ese partido, transmitiera a su interlocutor en el PSE, Rodolfo Ares, la inquietud y exigencias del PP ante los planes de su máximo dirigente en Álava, Txarli Prieto, para la sucesión de Gregorio Rojo al frente de Vital. Oyarzabal, emplazó a la ejecutiva del PSE y al lehendakari López, a "poner orden" en Álava y eso cuando aún no había saltado el caso de espionaje que llevó al juzgado a dos ertzainas y al dirigente del PNV en el momento de su detención, Aitor Tellería, como presunto destinatario de los dossieres. Para el PP resulta "sorprendente el grado de compromiso del PSE de Álava con el PNV", pese al alcance de este nuevo escándalo. El portavoz socialista, José Antonio Pastor, admitió ayer que las relaciones en Álava entre los protagonistas del pacto que sostiene a López deben mejorar, algo a lo que ya en el pasado han animado PSE y PP a sus máximos dirigentes en el territorio sin muchos resultados.

El secretario general de este partido, Iñaki Oyarzabal, puso el acento ayer, en declaraciones a este periódico, en la dimensión de un escándalo que, afirmó, "levanta sospechas sobre los tejemanejes del PNV y el PSE que nadie comprendía y que se tienen que explicar".

Ningún dirigente del PSE-EE quiso valorar la actuación del secretario general del partido en Álava, Txarli Prieto, al interceder por el dirigente del PNV Aitor Tellería, ante el relevo de este como director de CEIA (Centro de Empresas e Innovación de Álava) por el Gobierno de Patxi López en marzo pasado.

El PSE-EE asiste incómodo, y también con cierta impotencia, a las consecuencias de la decidida apuesta de Prieto por el acuerdo con el PNV en Álava desde la elección de diputado general en 2007. Tres ejercicios después, y a meses de las elecciones municipales y forales, no hay ya margen para romperlo ni realizar una rectificación de rumbo significativa. El precio de ese tardío cambio de rumbo sería, como dijo el martes el propio Txarli Prieto, "poner patas arriba" todo el territorio, la Caja Vital y las entidades que dependen de las instituciones. Pero, asumido eso, el PSE quiere que Prieto ponga una mayor dosis de crítica respecto a sus socios peneuvistas. En adelante tendrá que moverse en el difícil equilibrio entre la continuidad de los compromisos, por ejemplo presupuestarios, y el desmarque político y personal respecto de Gerenabarrena.