La EGO se pone guerrera
La Joven Orquesta supera la grabación de su primera banda sonora con música de Wagner - Los 85 músicos ensayan en Eibar
Las residencias del Complejo Educativo de Eibar, lo que todavía se recuerda como la vieja Universidad Laboral, son en el mes de julio la casa de los 85 músicos de la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO). Allí ensayan en horario de jornada laboral completa, comen con los profesores, estudian en los ratos libres y duermen. Este año el encuentro de verano de la orquesta va a ser un poco más largo: tres semanas de internado para preparar la grabación de la banda sonora de un documental y un programa de conciertos en las tres capitales vascas con obras de Chaikovsky.
Música de Wagner para La Chanson de Roland, un documental sobre la legendaria batalla de Roncesvalles, y para los conciertos la Sinfonía número 4 y la Obertura 1812, de Chaikovsky, escrita para conmemorar la resistencia rusa al avance de las tropas de Napoleón con un final triunfal final con disparos de cañón y repique de campanas. "Es que la EGO se ha puesto este año muy guerrera", bromea el director artístico de la Joven Orquesta, Juan José Ocón.
El programa incluye este año música de Wagner y Chaikovsky
El trabajo se llevará a la práctica en los conciertos de la próxima semana
La primera batalla del verano ha sido superada, en opinión de Ocón. La orquesta acabó el pasado fin de semana la grabación de la banda sonora de La Chanson de Roland, una producción para Canal Historia, France-3 y Euskal Telebista.
Bajo la supervisión del responsable de la parte musical del documental, el compositor francés afincado en Guipúzcoa Pascal Gaigne, Ocón ha dirigido a los jóvenes músicos, de entre 16 y 26 años, interpretando fragmentos de la tetralogía El anillo de los Nibelungos y otras piezas del propio Gaigne.
Encerrados en el teatro Coliseo, de Eibar, sin aire acondicionado y con los focos apagados para evitar ruidos, el calor y el cansancio provocado por la repetición de las tomas fueron los obstáculos más duros de superar en la primera grabación de los 13 años de historia de la EGO, recordaba ayer Jon Zaldua, percusionista, profesor de la Musika Eskola de Oñati y alumno de Pedagogía en Musikene.
En el salón de actos de la residencia tres percusionistas ensayaban la exigente percusión de la Obertura 1812 bajo la dirección del solista de la Orquesta Sinfónica de Navarra Javier Odriozola. Platos, bombo y timbales seguían la partitura imaginando que la percusión se fundía con el sonido del resto de la orquesta. En otras salas se repetía la escena con la sección de cuerda o los instrumentos de viento, cada grupo con su profesor, limando el sonido.
Las siguientes sesiones de ensayo reunirán a toda la orquesta frente a la batuta de Ocón antes de llegar al objetivo final de la EGO: los conciertos ante el público como si de una formación profesional se tratara. Serán el 19 de julio en San Sebastián, un día después en Bilbao, para cerrar la gira, en Vitoria, la jornada siguiente.
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