Flores en el barro sucio
Cuando solo habían pasado 45 minutos del partido más emocionante del fútbol español de todos los tiempos, el autor de Si te dicen que caí, Juan Marsé, sentado ante el televisor en su casa de la playa, en Calafell, no las tenía todas consigo. "Mala suerte, juego bronco. Así no se puede". En Madrid, indignado con el barro sucio de los holandeses, el pintor Eduardo Arroyo veía nubarrones derivados del carácter "bronco, destructivo" de los contrarios. "Obligan", dijo, "a luchar por cada balón con artes distintas a aquellas a las que enseñan a jugar al fútbol".
Un manchego ilustre, el cineasta José Luis Cuerda, veía flores en el barro sucio, pero tampoco sabía cómo iba a salir del atolladero la mejor selección de todos los tiempos. "Lo tienen difícil. Los holandeses no juegan al fútbol. Pero en cualquier momento te pueden marcar un gol". Aventuró el autor de Amanece que no es poco: "Estos deben haber suplantado a los verdaderos futbolistas de Holanda. Esta gente no se parece nada a Cruyff".
"¡Es que siempre los manchegos os sacamos las castañas del fuego!", dijo José Luis Cuerda
Otra manchega, la economista Petra Mateos, presidenta de Hispasat, estaba volando desde San Sebastián a Madrid y llegó a su casa cuando la primera parte ya estaba mediada. "Ganaremos, está claro, y se lo deberemos a un manchego"...
Luego resultó que fue verdad. Y así lo dijo: "He visto el partido presa del pánico. ¡Y ha sido un manchego, guapo, el que lo ha resuelto!" Era la noche de los manchegos. Carlos Martínez había dicho en Canal +, cuando la defensa holandesa hostigaba a Iniesta: "¡El fútbol no le debe nada a esta selección [holandesa]!". Y fue desde entonces cuando Iniesta se lanzó a demostrar lo que dijo Cuerda al final del encuentro: "¡Es que siempre los manchegos os sacamos las castañas del fuego en los momentos decisivos".
Marsé nos dijo al final: "Lo mejor ha sido la retórica del que ha retransmitido. ¡Qué metáforas!" Y ya más en serio, en plan comentarista, el premio Cervantes acentuó su disgusto con la selección holandesa: "Ha sido un partido bronco, sucio. Poco fútbol y muchas trompadas".
Eduardo Arroyo subrayó con algunas frases su impresión de que el juego holandés le pareció un fraude: "Una Holanda lamentable, con un entrenador lamentable, que además parece que juega al póker". Y Arroyo avanzó por esa banda: "Ese entrenador lanzó a sus futbolistas a jugar con las cartas marcadas. No es la selección que fue y a España le ha costado dominarla".
El pintor, que fue periodista, añadió, previsor: "Ahora todas las primeras páginas serán para Iniesta. Pero el último baluarte es el portero, y España le debe a Casillas muchísimo. Y a Iniesta también. ¡Pero que nadie se olvide de Casillas!".
¿Cambiará este triunfo el estado de ánimo de este país? Marsé dice que "conviene no exagerar. Impregnará el discurso de los políticos, pero no hay que confundirse. Esto es fútbol". "Es fútbol", me dijo Petra Mateos. "¡Pero han tenido al país paralizado con una energía imparable y han creado una ilusión colectiva que a España le va de maravilla".
En medio del barro con que los holandeses trataron de ensuciar el fútbol español, el gol del manchego Iniesta. "¡Pero que no se olviden de Casillas!", volvió a decir el pintor Arroyo.
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