La Iglesia y las células madre
Las células madre adultas, con ser un gran potencial, no llega a las posibilidades de las células embrionarias, y lo que hay que tener claro es eso, que son solamente células, no se trata de ningún individuo con conciencia ni personalidad. Sí lo son los niños que mueren de hambre en el mundo cada siete segundos, de esto es de lo que nos tendríamos que escandalizar y poner medios para que no ocurriera, y no en frenar avances sanitarios que salvarán muchas vidas, y ahorrarán muchísimo dolor, en pro de unos tabúes, sin sentido más propios de la edad media, que del siglo XXI.
Céntrense en salvar a los nacidos que realmente sufren y no se rasguen las vestiduras por unas células embrionarias que ni tienen conciencia, ni personalidad, ni sienten, ni padecen.
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