Holanda es peor enemigo que Alemania
Los jugadores españoles destacan la verticalidad y la rapidez de ejecución de la jugada de su adversario en la final
Nada más ser nombrado seleccionador de Holanda, en agosto de 2008, Bert Van Marwijk, proclamó: "Marco Van Basten me deja un equipo que sabe atacar muy bien, como se ha visto en la pasada Eurocopa. Mi reto es conseguir que también sepa defender y si conseguimos el equilibrio, podemos ser campeones". El anuncio del técnico holandés, especialmente conocido en el Feyenoord y en el Borussia Dortmund, provocó una cierta sorna, más que nada porque la oranje siempre penó por las concesiones en su área hasta que Holanda eliminó a Brasil de la Copa del Mundo. "Espero que a partir de ahora nos tomen en serio", respondió Van Marwijk, que ha mantenido el mismo dibujo y bloque del equipo nacido hace seis años: el 4-2-3-1. Ayer, en la sede de la concentración española, los muchachos de Vicente Del Bosque visionaron un vídeo de Holanda y llegaron a la misma conclusión: "Los holandeses serán más peligrosos que los alemanes en la semifinal. El partido pinta muy duro".
"Van Bommel y De Jong son fuertes, pícaros. Pegan", dice Xabi Alonso
A los internacionales españoles les impresionó la verticalidad con la que juega Holanda. "Es un equipo muy directo y, sobre todo, que piensa muy rápido", argumenta Xavi. "Procesan las jugadas dos segundos antes que Alemania. "Sneijder va como un tiro, a la que te descuidas se ha puesto un pase de gol o ha engatillado un tiro difícil para el portero", reitera el medio español. "El reto es que Sneijder no tenga tiempo para pensar", añade Busquets. "A la que se da la vuelta y toma la pelota, Robben ya está corriendo hacia el área contraria", matiza Xavi. "Sneijder, Van Persie, Robben y Kuyt, los cuatro jugadores de arriba, son muy rápidos". La sorpresa para muchos es el papel de Kuyt, al que Johan Cruyff define como "el jugador que resuelve todos los problemas: aguanta el balón, asiste, marca goles y trabaja para el equipo". El viento del norte le convirtió en una fuerza de la naturaleza. "Hay que tenerle muy en cuenta", coincide Xavi con Xabi Alonso, buen conocedor de Kuyt.
Xavi aspira a convertirse en el jugador que más toques ha dado al balón en una fase final de un Mundial desde 1970. Únicamente le faltan 10. "Los retos individuales no me interesan. ¿Balón de Oro? Yo lo que quiero es que el equipo gane la Copa del Mundo. Hay que pensar en el bien común y no ser egoísta; si somos un equipo, podemos ganar a Holanda". El punto neurálgico del partido estará nuevamente en la divisoria. A España le interesa que los delanteros holandeses no reciban la pelota y forzar sobretodo llegadas al área de Stekelenburg. Holanda no tiene buenos zagueros, pero se defiende bien porque cuenta con un muro de contención en la divisoria con el doble pivote que forman Van Bommel y De Jong. "Son dos futbolistas tremendos por su despliegue físico", coinciden de nuevo Xavi y Xabi Alonso. "A Van Bommel se le conoce más porque ha jugado en grandes equipos", interviene Alonso. "Pero De Jong es terrible. Ambos son fuertes y pícaros, duros. Pegan".
El poder de intimidación de la pareja de medios holandeses dependerá parcialmente de la intervención arbitral y, sobre todo, de la manera que administre las tarjetas. Holanda comete muchas más faltas que España. También es un equipo con mayor poder ofensivo (12 goles frente a 7) y que selecciona mucho mejor los remates a portería: de los 80 tiros contabilizados, 41 han ido a portería, mientras que España ha disparado 103 veces, 40 entre los tres palos. "Hay que tener de nuevo la pelota y tocar sin parar", concluye Xavi. "La posesión volverá a ser decisiva". Los jugadores españoles entienden que los holandeses no les respetarán tanto como los alemanes.
Joachim Löw estuvo especialmente cordial con más de un futbolista español el día del partido de semifinales y hasta el calentamiento del equipo fue seguido con una especia atención por los técnicos alemanes, enamorados del juego español. Holanda ha competido con tal determinación que no está para cortesías.
A Van Marwijk se le puso en la cabeza que Holanda, finalista en 1974 y 1978, tenía que ganar la Copa del Mundo de una vez y no piensa parar (el equipo suma 14 victorias consecutivas) hasta que lo consiga por más que los genuinos defensores de la naranja mecánica consideren que jugar con un doble pivote sea una traición al juego de extremos de toda la vida. Sneijder le da la razón. No es Cruyff ni Van Basten, pero aspira a convertirse en Pelé y ganar en una temporada la Champions, la Liga, la Copa -los tres torneos con el Inter- y el Mundial con la selección, igual que O Rey en 1962. Voraz como ninguno, Sneijder pretende competir incluso con Villa por el Pichichi (5 tantos cada uno) y con Xavi por el Balón de Oro.
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