Si no se vuelven locos pueden ganar la Copa
He estado viendo algunos partidos de Holanda en Sudáfrica y por más que lo pienso no puedo concluir tajantemente que este equipo tenga menos talento que el de 1974 o el de 1998. No nos podemos olvidar que estos mismos jugadores hicieron un fútbol espectacular en la Eurocopa de 2008. Hacía años que Holanda no jugaba tan bien como lo hizo en Suiza y Austria. Estuvieron fantásticos. Desde entonces solo cambiaron dos cosas: el entrenador y la experiencia de los jugadores. Ahora son más expertos y quizá hayan llegado a la conclusión de que por más bonito que juegues no necesariamente vas a ganar títulos por ese motivo.
Ahora Holanda piensa más en el resultado y menos en cierto lucimiento estético. El técnico, Bert van Marwijk, ha logrado que el equipo concrete más sus jugadas, le ha dado coherencia a su trabajo y ha tomado decisiones con sentido común. Van Marwijk es un hombre normal, humilde y educado que ha sabido aprovechar la experiencia de jugadores que han disputado finales de Champions desde 2006, como Van Bronckhorst, Robben, Van Bommel, Van Persie y Sneijder.
El equipo es ahora más experto y sabe que no van a ganar necesariamente por más bonito que jueguen
El mundo del fútbol es muy peculiar. Lo raro es que no ocurran cosas extrañas, o que alguien no diga algo inapropiado en algún momento. Maradona, por ejemplo: dijo que para Messi sería muy complicado llegar al nivel que él tuvo en 1986. Estas cosas no se deben decir. Van Marwijk nunca las diría. Ha sabido manejar los egos de los jugadores resolviendo problemas en lugar de agrandarlos. Es un hombre de una gran estabilidad emocional y ha conseguido transmitir esto al grupo. En Holanda todos saben cuál es su papel. Saben quién será titular y quién no. Y en lugar de relajarse se han crecido. La tranquilidad que hay en la selección holandesa es una expresión de la gran confianza que tienen en sus posibilidades.
Nosotros nos hemos caracterizado por tener un estilo bastante atacante. El estilo ha persistido durante 50 años a través de rachas buenas y malas. Siempre hemos pensado en hacerlo bonito. Ahora es igual, pero noto que los jugadores están constantemente conscientes de las responsabilidades que tiene cada uno. Hay muy pocos momentos de desconcentración. Todos defienden y atacan con oficio, todos participan. El equipo está por encima del rendimiento de las figuras. Esto no es fácil. Van Persie no ha estado al nivel que él y su técnico pretendían y Robben se ha tenido que recuperar de una lesión. Mucha gente en Holanda cree que Van Bommel es el alma de este equipo. El motor. Yo no lo creo. Reconozco su importancia. Pero para mí, el que ha permitido que la maquinaria funcione con eficacia ha sido Sneijder.
Me impresionó muchísimo que al llegar a Sudáfrica dijeran que iban a ganar el Mundial y no a jugar partidos. Lo dicen todos los integrantes de Holanda: jugadores, asistentes, entrenadores, ayudantes ¡Todos! El mensaje se repite. Y si no se vuelven locos ahora, si no se ponen a celebrar y caen en esas indulgencias incomprensibles en las que suelen incurrir los futbolistas profesionales, son capaces de ganar la Copa del Mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.