La ley del aborto arranca con el boicoteo de Gobiernos de PP y UPN

La nueva ley del aborto entró en vigor ayer con la rebelión abierta de comunidades autónomas del PP y de Unión del Pueblo Navarro (UPN). El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcarcel, aseguró que "no hay razones para acatar" la nueva ley mientras el Tribunal Constitucional no se pronuncie al respecto; el Gobierno de Navarra anunció que el criterio "va a seguir siendo el mismo", es decir, que en esa comunidad no se practicarán abortos. Por su parte, la Xunta informó de que no aportaría información en el sobre que se entrega a las mujeres que solicitan un aborto, un requisito impuesto por la nueva ley. Y Madrid se reafirmó en su apoyo cerrado a la objeción de médicos y enfermeras.

Aunque en un principio la dirección del PP declaró "comprender" la actitud de sus comunidades, a lo largo de la tarde se sucedieron mensajes para matizar los titulares de rebelión que se leían en las webs. La Xunta también rectificó, pero ninguno de los boicoteadores prometió empezar a aplicar la ley.

Mientras, el Constitucional estudia la petición del PP para suspender cautelarmente la ley hasta que se resuelva el recurso de constitucionalidad presentado por ese partido. El tribunal se inclina por desoír la solicitud de los populares.