El Parlament rechaza prohibir el 'burka' en una votación caótica
El Parlament no es el All England Club, donde se celebra el torneo de Wimbledon, pero ayer tuvo que recurrir al vídeo para saber si una moción entró o no entró. No era precisamente una votación baladí: la moción, del PP, instaba a la Generalitat a prohibir el uso del burka y el niqab en los espacios públicos. Los grupos que forman el tripartito (PSC, ERC e ICV-EUiA) no querían que prosperara, por lo que se esperaba que impusiesen su mayoría para evitar la prohibición.
La moción se votó en dos puntos: el primero, referido a la prohibición del burka, se rechazó. El caos llegó segundos después, en el momento de abordar el segundo apartado, en el que se daba apoyo a los Ayuntamientos que han vetado el velo integral. La moción salió adelante por sorpresa porque el voto de alguno de los diputados no quedó registrado. Rápidamente hubo reacciones: en las bancadas del tripartito, indignación; en las de la oposición, chanzas y burlas por el error.
Como en los puntos más ajustados, el vídeo decidió el sentido de la moción. En un acto sin precedentes, el presidente del Parlament, Ernest Benach, y los vicepresidentes de la Cámara se dirigieron a la sala de audiovisuales para ver la grabación del pleno. La sesión se suspendió mientras los diputados, atónitos, discutían la jugada: había la duda de si se trataba de un error técnico -así lo denunciaron algunos diputados del tripartito- o un fallo humano; o sea, una equivocación al votar.
Con una captura del vídeo en la mano, Benach informó de que se trataba de un error técnico y se debía repetir la votación. La moción quedó definitivamente rechazada; la oposición, en señal de protesta, no votó.
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