El espionaje a altos cargos se centró en el director técnico de Sprilur
Este responsable maneja la principal información de la sociedad de Industria
La trama que supuestamente espió a altos cargos de Industria centró especialmente su objetivo en el director técnico de Sprilur, la sociedad pública del departamento que gestiona solares para el desarrollo de empresas. El ordenador de su despacho en la sede de la firma en Bilbao fue el más pirateado por la red, según aseguraron a EL PAÍS fuentes próximas al caso.
El cargo de director técnico resulta clave en el funcionamiento de Sprilur, pues es quien maneja toda la información y los expedientes en los que trabaja la sociedad de forma más directa que el director general, quien adopta las decisiones ejecutivas, pero no sigue el día a día de todas las cuestiones. La documentación que utiliza tiene gran relevancia, como proyectos para la compra de terrenos o sus precios.
La trama pirateó igualmente los ordenadores de dos directores generales
Industria se personará en la causa cuando conozca su alcance
Los investigadores han confirmado que la trama accedió también a los ordenadores de Tomás Orbea, director general de la SPRI, la principal sociedad de Industria, de la que depende Sprilur, y del director general de esta última, Manu Iturrate. El perfil de los espiados lleva a suponer que la trama obtuvo información muy concreta no sólo sobre la gestión de los suelos industriales, sino de las estrategias y planes de Industria. Orbea mantiene un contacto directo por correo electrónico con el titular del departamento, Bernabé Unda.
Por ahora están imputados en el caso Antton Zubiarre, director general de Sprilur de 1999 a 2007 y destacado militante del PNV, partido por el que fue alcalde de Mendaro entre 1991 y 1997, y un comercial de la SPRI, quien fue chófer oficial del primero. También están siendo investigadas varias personas vinculadas al PNV, como adelantó EL PAÍS el pasado sábado, y al menos otros dos empleados de la SPRI.
La Brigada de Delitos Informáticos de la Ertzaintza prosigue sus pesquisas, aunque las fuentes consultadas aseguran que cuenta ya con un cúmulo de pruebas "contundentes" contra Zubiaurre, quien se negó el pasado viernes a declarar ante la juez instructora tras su detención. Tanto él como su ex chófer quedaron en libertad con cargos.
La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, Aurora Torres Hernández, lleva investigando el caso desde marzo pasado y mantiene el secreto de las actuaciones.
La trama pirateó supuestamnete varios ordenadores en la sede de la SPRI en Bilbao, un edificio de la Plaza Bizkaia en el que se encuentran varios organismos públicos dependientes del Ejecutivo. De esta forma podían acceder al trabajo y, especialmente, los correos electrónicos de quienes los empleaban.
La vigilancia ilegal se realizaba desde fuera de la sede de la SPRI. Los ordenadores fueron manipulados ya antes de llegar el año pasado el PSE al poder.
Las sospechas surgieron en el seno de la propia SPRI a principios de este año, al sucederse diversos fallos en los ordenadores de algunos de sus empleados. Al principio, se pensó que podría tratarse de algún virus, pero, al persistir los problemas, pudo comprobarse que alguien estaba accediendo a la información de los terminales. En marzo, responsables de la sociedad de Industria presentaron una denuncia ante la Ertzaintza.
La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, mostró ayer su confianza en que la Justicia "llegue hasta el final" en este caso y recalcó que el Ejecutivo volverá a ir a los tribunales si descubre nuevas irregularidades de este tipo en otros departamentos o empresas públicas. De su lado, Unda recalcó que el Ejecutivo se personará como perjudicado en el caso cuando lo conozca en detalle, informa Sonsoles Zubeldia. El titular de Industria rechazó especular sobre la posibilidad de que haya más implicados y emplazó a esperar a la investigación judicial para determinar "cómo, quién y cuál es su alcance".
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