_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El chivato

David Trueba

Hoy la información vuela. A ratos tanta velocidad provoca que el rumor y las imprecisiones tengan sus cinco minutos de gloria. Pero también deja fuera de juego a los que pretenden administrar los tiempos en su beneficio. Aprendimos la lección cuando los atentados de marzo de 2004, donde jugar con los plazos de la información acabó quemando las yemas de los dedos gubernamentales. El Mundial ha llegado por fin a los partidos de eliminación. Bien retransmitido, las imágenes transmitidas con inmediatez brutal convierten a la televisión en un chivato gritón. En la Liga española se prohíbe la retransmisión por las pantallas de los estadios, tratando de retrasar el juicio de los espectadores sobre los errores arbitrales. Pero radios, circuitos cerrados de televisión y móviles hacen que árbitros y jueces de línea sientan el peso de la culpa en su nuca segundos después de cometer el error.

Inglaterra y México apostaron por guardar el empate como un tesoro con el que especular. Los errores arbitrales, en ambos casos, impidieron prolongar el empate. Al instante, las orejas de los árbitros y los jueces de línea adquirieron un color rojo fuego. Los partidarios de consultar el vídeo para decisiones polémicas ganan nuevos socios. Sin embargo, los errores humanos engrandecen los deportes destecnificados. Disciplinas más científicas y regladas han matado la pasión. Miren la fórmula 1, donde prosiguen las polémicas, pese a la alta tecnología. En el descanso, los árbitros seguro que intentaron sin éxito aislarse de ese chivato asqueroso de la tele, que arbitra desde nueve ángulos de visión. Se equivocan porteros, defensas, delanteros, pero solo los errores arbitrales podrían tener remedio. Para algunos eso hace más enorme el juego. Tiempos viejos contra tiempos nuevos. ¿Acaso se puede elegir?

Recibe el boletín de televisión

Todas las novedades de canales y plataformas, con entrevistas, noticias y análisis, además de las recomendaciones y críticas de nuestros periodistas
APÚNTATE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_