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Griñán sale de la indefinición y apremia a una gran caja andaluza

El presidente quiere que Unicaja y Cajasol den el primer paso para que se pueda incorporar CajaGranada - Arenas acepta el plan pero quiere decidir

Lourdes Lucio

Después de varios meses de indefinición y tras la desorientación que produjo la intervención de Cajasur, el Gobierno andaluz mostró ayer públicamente cuál es su plan para conseguir el ansiado objetivo de una gran caja andaluza. El presidente de la Junta, el socialista José Antonio Griñán, aprovechó una pregunta sobre este asunto de Izquierda Unida en la sesión de control del Parlamento para enseñar sus cartas. También fue novedoso que el líder del PP, Javier Arenas, apoyara la hoja de ruta, aunque quiere saber "la estación de llegada", es decir, participar desde el principio hasta el final en todo el proceso. Eso significa reparto del poder. Izquierda Unida ve la operación. Para empezar, el acuerdo político de mínimos parece enjaretado.

El socialista cita a Arenas, Valderas y a Pilar González para cerrar un acuerdo

¿Cuál es la hoja de ruta de Griñán? La base está en la unión de la malagueña Unicaja y la sevillana Cajasol. "La mejor opción es crear una gran entidad, con domicilio social en Andalucía, fruto del entendimiento" de estas dos, dijo. Y a partir de ahí encadenó una serie de deseos para lograr el objetivo de crear una gran corporación andaluza que puede sonar al cuento de la lechera. O no, si se cumple. "A este proceso sería bueno que se pudiera incorporar CajaGranada", estaría abierto a "otras cajas no andaluzas" y "pudiera completarse con la suma de Cajasur" por parte de una de las dos entidades andaluzas que compiten por su compra o "de las dos si se coaligaran". Esto último sonó a una instrucción a Unicaja y Cajasol para que lo hicieran.

Griñán ha convocado a los líderes políticos para concretar "el cómo y el cuándo" de esta operación, en palabras del número dos socialista, Rafael Velasco. El lunes están citados Valderas (IU), Pilar González (PA) y el propio Velasco. Mayor protagonismo tendrá Arenas (PP) con el que ha quedado el martes.

El deseo de los socialistas es que la unión de Unicaja y Cajasol se haga mediante una fusión real y no fría, algo que desde el sector se antoja difícil. También le corre prisa -"la gran caja ha de ser rápida", dijo Griñán-, lo cual no quiere decir que el reloj de las entidades tenga la misma sincronización. La prisa politica viene por los plazos del calendario: en torno al día 10 el FROB tomará una decisión sobre Cajasur y en la primera quincena de julio CajaGranada va a convocar un consejo para aprobar el contrato de su fusión fría.

El "entendimiento" de Unicaja y Cajasol es la llave para que CajaGranada se suba a este tren. La entidad granadina y los dirigentes políticos provinciales, sobre todo la socialista Teresa Jiménez, se han quejado de que nunca se les ha planteado una oferta "en serio" para unir sus fuerzas con otras andaluzas. De ahí que se haya buscado la vida fuera de la comunidad -necesita ganar solvencia y liquidez- y haya firmado un protocolo de fusión fría con otras tres entidades foráneas. Ahora sí hay esta oferta. ¿Responderá a la invitación? Habrá que esperar, pero en este asunto mucho tienen que decir el PSOE y el PP de Granada. Ninguno de los dos en solitario tiene la mayoría de dos tercios para sacar cualquier propuesta en la asamblea. Un destacado dirigente del PP andaluz indicó que si se concreta la unión de Unicaja y Cajasol propondrán subirse al tren.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, charla con Javier Arenas (PP), ayer en el Parlamento.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, charla con Javier Arenas (PP), ayer en el Parlamento.GARCÍA CORDERO

Debate de seda y primer acuerdo

Después de que el popular Javier Arenas calificara de "edificante" la propuesta lanzada por Griñan -también soltó el aguijón de que "las cosas se podían haber hecho mejor"-, socialistas y populares mantuvieron un debate de seda que acabó en acuerdo para "profesionalizar" los consejos de administración de las cajas. Lo habitual entre PSOE y PP es que busquen casi siempre lo que les separa no lo que les une, como ocurrió el día anterior con una declaración en defensa del PER. Ayer sucedió lo contrario. Antonio Sanz defendió una proposición no de ley del PP, enmendada por el socialista Rafael Velasco, para que una vez que se modifique la Ley Orgánica Reguladora de la Cajas de Ahorro (Lorca) se revise la ley andaluza de cajas para que se amplíe "la inelegibilidad de los parlamentarios a los cargos públicos electos locales a los consejos de administración".

La enmienda del PSOE aceptada por el PP deja fuera de esa obligatoriedad a las entidades fundadoras de las cajas -las Diputaciones, la Iglesia católica, las fundaciones- ya que estas no están obligadas legalmente a guardar la proporcionalidad con la que estén representados los grupos políticos. El compromiso del PSOE es que va a "recomendar" a los suyos que no designen a concejales para los órganos de gobierno. PSOE y PP votaron juntos. Izquierda Unida se abstuvo.

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