El 'macrobotellón' de Alicante
Miles de adolescentes llenan el Postiguet y el parque de Canalejas en Fogueres
La fiesta oficial, organizada, de los racons y barracas, pierde fuelle, y las Fogueres de Alicante están derivando en un macrobotellón nocturno que reúne a miles de adolescentes, muchos de ellos menores de edad, en la playa del Postiguet.
Según comprobó EL PAÍS en la noche del lunes al martes, en esta playa se congregaron unos 5.000 jóvenes, con edades comprendidas entre los 13 y 18 años. Los que tienen más de 20 años prefieren la zona del parque de Canalejas, donde además está la barraca universitaria. En el resto de las fogueres, apenas había aglomeración de gente.
El Ayuntamiento ha levantado durante estos días la prohibición de consumir alcohol en la vía pública, aunque vigila la venta ilegal. "Toda la ciudad es un macrobotellón, estamos en fiestas y es normal", admitió un portavoz municipal, que restó importancia al hecho de que muchos de estos adolescentes sean menores de edad.
Empresarios de distintos sectores detectan menos público este año
Falta poco para las tres de la madrugada. Nico y Germán, dos argentinos, de 16 y 17 años, divisan la marea humana que invade la playa del Postiguet de Alicante. "Es lindo, echamos unos tragos, conocemos chicas y hablamos durante horas", admitían. Junto a ellos, Laura, una amiga de 16 años, se acerca y ofrece su versión: "Es genial, aquí se ve a todo el mundo, compañeros de clase, amigas". Grupos y pandillas de adolescentes peregrinan cargados con bolsas de plástico llenas de botellas de alcohol y algún refresco. Primero hacen cola en alguna tienda 24 Horas y luego van llegando en procesión a la playa del Postiguet, llena hasta la bandera de adolescentes.
"Hay buen ambiente, la gente toma lo que quiere y no molestamos a nadie", destacaba Celia, de 17 años. De hecho, en esta zona de la playa este año no hay barracas, ni música. Los conciertos de la cadena Cope se han traslado a la zona Volvo del puerto.
Los adolescentes se inician en las fiestas al margen de la oficialidad. "Luego iremos a bailar algún racó, pero antes estamos aquí bebiendo y fumando", admitía otro joven de 13 años, que evitó dar su nombre, para que sus padres no le "empuren". "Está bien beber, pero sin pasarse, controlando, eso mola, la gente que se emborracha es la peste", aseguraba Celia de manera contundente. La mayoría de jóvenes admitían que practican el botellón porque es económico y les sirve para conocer a gente.
Otra pandilla de amigos son David, Álvaro y Cristian, de 15 años. "La combinación perfecta, beber, chicas y pasarlo bien", aseguraban. No obstante, estos jóvenes reconocían que hay un verdadero problema cuando estos miles de jóvenes necesitan ir al baño, además de que "la playa se queda muy sucia, de vasos y botellas, esto es un problema".
La actividad nocturna de los jóvenes en la playa contrasta estos días con una menor efervescencia en la calle, coincidían ayer en señalar a las puertas de los días grandes de las hogueras distintos profesionales y empresarios. Julián Llorca, de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante, explicó que durante el pasado fin de semana la reserva de mesas en las barracas vivió "un cierto movimiento", mientras que bajó esta semana. Una tendencia que se podría aplicar también a muchos negocios. Menos público, coincidían taxistas y hosteleros, que en parte se confía en compensar con la mayor duración de las fiestas este año, puntualizaba María José San Román, presidenta de la asociación de hostelería de Alicante. San Román insistía en que cuando las hogueras caen durante la semana son "complicadas".
La Asociación Provincial de Hoteles reiteró ayer que prevé que las reservas de última hora logren igualar e incluso superar la ocupación del 77% de un 2009 "muy malo". Una previsión que se confirma a pie de campo. Así, Domingo Luján, director del hotel Spa Porta Maris, de nuevo sede de la Federación de Hogueras (y que, por tanto, alberga a las delegaciones invitadas de Valencia, Castellón o Murcia) aseguraba que para lograr el lleno este año ha habido que esperar a las reservas de última hora. El hotel logrará el lleno tres de los cuatro días de esta semana. Por su parte, el Hospes Amérigo, en pleno centro, tiene esta semana una ocupación que ronda el 83%, similar a la de 2009, según su director, Francisco Capó. El hotel prevé dos días de lleno, esta noche y mañana, uno más que en 2009. Y más alejado del centro, el NH Alicante también detectaba ayer "más ocupación que el año pasado" gracias a unos precios "más atractivos", defendía su directora, María Jesús Sancho.
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