Peldaños con sonido
Las escalinatas de San Miguel en Vitoria se transforman en un teclado de piano gigante - El juego celebra el Día de la Música
Con la melodía del Himno de la alegría se puso en funcionamiento el piano gigante que se han instalado en las escalinatas de San Miguel, en el centro de Vitoria. Cada escalón, una nota, remedando un teclado blanquinegro de 36 teclas que servirá, como se pudo comprobar desde el primer instante, de goce y diversión de los paseantes que accedan de la plaza de la Virgen Blanca a la del Machete, pero sobre todo de los más pequeños.
La iniciativa ha sido una idea en la que venía trabajando el Conservatorio Jesús de Guridi desde octubre de 2009, después de ver cómo la empresa de coches Volkswagen la ponía en marcha ese año con fines publicitarios en Estocolmo y luego se copiaba en otras ciudades. A la dirección de este centro musical le movía otro motivo, más noble: la conmemoración del 25 aniversario de su fundación. El Laboratorio de Música Electroacústica del Conservatorio y el grupo de investigación en música electrónica Espacio Sinkro se pusieron a la tarea de diseñar todo el montaje.
El Conservatorio Jesús Guridi tomó la idea de la publicidad de Volkswagen
Las 36 teclas están preparadas para seguir funcionando bajo la lluvia
Una parte de los componentes, el software informático, se adquirió a los creadores del invento, pero el resto (las teclas, los sensores, todo el complejo informático-sonoro que conforma el montaje) se fue pergeñando durante estos meses. Faltaba la financiación, que ha llegado del Ayuntamiento de Vitoria y de la Agencia para la Rehabilitación del casco histórico.
El sábado, poco después de la inauguración, los asistentes a una boda en la cercana iglesia de San Miguel ejercieron de invitados de honor inesperados. Los novios tuvieron la oportunidad, además, de incorporar al álbum de fotos nupcial unas instantáneas únicas mientras subían y bajaban por las escaleras ofreciendo pequeñas ráfagas musicales. Poco después, ya pasaba a ser motivo de diversión de quienes paseaban por el centro de Vitoria. El resultado: una especie de murmullo agradable de sonidos pianísticos, sin orden ni concierto, que sonaba a improvisación de free-jazz.
Pero siempre cabe la posibilidad de ofrecer un pequeño concierto. Ángel Ugarteburu, subdirector del Conservatorio, recordaba ayer que las teclas se pueden tocar simultáneamente, "y por supuesto formar acordes, con lo que si un grupo tiene ganas de tocar alguna composición, lo tiene fácil".
La presentación de este juego musical llega con motivo del Día Europeo de la Música que se celebra el 21 de junio, desde que en 1981 lo instaurara el ministro de Cultura francés Jack Lang. El teclado gigante seguirá instalado hoy. Estará disponible para que el público saque los sonidos pisando sus teclas de 11 de la mañana a 8 de la tarde. Los organizadores han pensado en cualquier imprevisto meteorólogico y las teclas diseñadas por Javier Larreina están preparadas para soportar la lluvia.
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