El Gobierno propone a las haciendas reorganizar el sistema impositivo

El Gobierno se presentará mañana al encuentro con las diputaciones en el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) con un documento en el que les propondrá una reorganización del conjunto del sistema impositivo (IRPF, impuesto de sucesiones y de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos incluidos), según pudo confirmar anoche EL PAÍS en fuentes del Ejecutivo. En concreto, el documento recoge una propuesta de modificación del IRPF, en términos de mayor progresividad y contiene una mención expresa a los impuestos de sucesiones y de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos. El lehendakari los mencionó expresamente ya la semana pasada durante su intervención en una jornada de índole económica.

"Los tiempos han cambiado", argumenta la portavoz Mendia

Mientras las diputaciones han estado diluyendo las expectativas de acuerdos en la reunión del OCT, el Gobierno ha adoptado una decisión: tomar la iniciativa en términos propositivos, independientemente de que las diputaciones presenten o no las suyas. Es su modo de demostrar que, si bien carece de competencias, sí tiene la determinación de ejercer el liderazgo en el debate y la propuesta de medidas, tal y como anunció el lehendakari, Patxi López.

El Gobierno quiere un nuevo modelo impositivo que garantice una mayor cobertura del gasto público y un mejor equilibrio entre los ingresos y los gastos, dijeron fuentes del Departamento de Economía y Hacienda. El consejero, Carlos Aguirre, asistió ayer en Madrid al Consejo territorial de política fiscal, a cuyo término se explayó en detallar que la contribución de las rentas altas al sacrificio que ya se ha exigido de otros sectores menos favorecidos no tiene por qué quedarse sólo, o provenir exclusivamente, de la elevación del tipo marginal. Economía apunta que esa aportación es también posible a través de la supresión de determinadas deducciones de las que disfrutan, entre las que se citan las aportaciones por los máximos a planes de previsión que otras rentas inferiores no pueden permitirse.

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, mostró cierto optimismo, respecto de la reunión de mañana con las diputaciones, al señalar que espera tener "algo que comunicar" al término de ese encuentro.

El Ejecutivo acude a él con "algunas propuestas", dijo. La única que accedió a admitir fue la subida de impuestos a las rentas más altas. Mendia calculó que las ideas del Gobierno resultarán "complementarias" a las que planteen las diputaciones y se mostró confiada en que el cruce entre unas y otras conducirá a "conclusiones".

La portavoz evitó hacer sangre con las diferencias evidenciadas la semana pasada entre las propias diputaciones, sobre todo Álava y Vizcaya. "Parece que hay diferentes opiniones", se limitó a decir. Y el Gobierno espera que mañana acudan a la cita "con una posición unificada".

El Ejecutivo quiere para la discusión un clima imposible de lograr con unas diputaciones y un PNV a la defensiva, que no le convienen en absoluto a su aspiración principal: "Queremos un debate sosegado que vaya perfilando un nuevo modelo de fiscalidad", dijo Mendia, tras señalar que el actual está pensado contando con unas condiciones "expansivas", económicamente hablando, que ya no se dan y sobre las que se ignora en cuánto tiempo no volverán a producirse. "Aspiramos a un consenso" para cambiar el modelo, porque "los tiempos han cambiado". Del Órgano de Coordinación Tributaria debe salir "un modelo fiscal acorde" a esos nuevos momentos y al futuro difícil que anuncian. El Gobierno tiene la vista puesta, entre otros, en los impuestos de sucesiones y patrimonio, a cuya recuperación para las franjas más elevadas podría aspirar. Así parece indicarlo la referencia expresa a ellos que realizó la semana pasada el mismo lehendakari Patxi López, pero Mendia sólo confirmó la apuesta por la subida de impuestos a las rentas más altas.