Los votos de los tránsfugas echan al alcalde de San Agustín
Granados califica la moción de censura de "golfería"
El PP perdió ayer un municipio más de los 111 que hasta ahora gobernaba en la Comunidad. Se votaba en San Agustín de Guadalix (11.300 habitantes) la moción de censura que un grupo heterogéneo de concejales en la oposición -dos ex socialistas, dos ex populares y tres del partido local Agrupación Independiente de San Agustín (AISA)- presentó hace dos semanas contra el regidor, José Luis Pérez Balsera (PP). Eran siete votos contra los cinco del PP más el del representante del PADE (el grupo más escorado a la derecha en ese Ayuntamiento). Resultado: cayó el alcalde.
El bastón de mando lo toma ahora uno de los dos concejales que abandonaron la formación socialista, Jesús Sainz, que al igual que el regidor saliente, fue objeto de tantos abucheos como aplausos por parte de las más de 300 personas que acudieron a la sesión.
El pleno se desarrolló entre gritos y abucheos de los vecinos
La presidenta de la mesa, la tránsfuga popular Amalia Gutiérrez, no cesó de llamar al orden por las continuas intervenciones del público cuando se pronunciaban los ediles. Incluidos los cuatro concejales que abandonaron sus filas para poder presentar la moción sin faltar al pacto antitransfuguismo estatal que existe entre PP y PSOE.
El alcalde entrante, que solo cuenta con un año de margen -hasta la próxima cita electoral- para cumplir los planes que presentó ayer para San Agustín, defendió ante los vecinos que la moción era necesaria por "la situación de desgobierno que existía" y por la mala gestión y los "incumplimientos" de Balsera. Además, Sáinz prometió mayor participación de los ciudadanos en su futuro mandato y tendió la mano al gobierno saliente para que forme parte del nuevo equipo, el cual aún no desveló. Reiteró que el nuevo equipo de Gobierno se bajará el sueldo el 50%. Por su parte, Balsera defendió sus tres años de mandato y, tras el acto, rechazó la oferta de participación del alcalde.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad, Francisco Granados, que asistió al pleno para apoyar al gobierno saliente, calificó la moción de "golfería" política y culpó de la situación al partido socialista regional, que declinó responder a la acusación.
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