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Los empresarios asumen la fusión con Caja Madrid sin ninguna alegría

Olivas se reúne con los presidentes de las patronales para explicarles el pacto

José Luis Olivas, presidente de Bancaja, se empleó a fondo para convencer ayer a los representantes de las patronales de la Comunidad Valenciana de las bondades del acuerdo con Caja Madrid. Lo consiguió a medias. A la reunión, que duró alrededor de dos horas, y que se celebró en la sede de Bancaja acudieron el presidente de Cierval, Rafael Ferrando, y los presidentes de las patronales provinciales de Alicante, Castellón y Valencia, Rafael Martínez. José Roca y José Vicente González, respectivamente. También estaban presentes el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Francisco Pons, el ex presidente de la Cámara de Comercio de Valencia Arturo Virosque y el secretario general de Cierval, Rafael Montero.

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Olivas explicó que el nuevo Sistema Institucional de Protección (SIP), con unos activos de 340.000 millones de euros, consolida a la entidad como la primera caja de ahorros española y la convierte en la primera en banca comercial y de empresas en el mercado nacional por volumen de negocio. Todo ello, en opinión del presidente de Bancaja, permitirá una mayor capacidad económica para apoyar a las empresas y familias valencianas.

Olivas no logró contagiar su optimismo a la mayoría de los presentes, a diferencia de lo que ocurrió durante el consejo de la entidad celebrado el pasado jueves en el que solo se produjo un voto en contra de la fusión, el de Sate, sindicato mayoritario de la entidad.

"El ambiente [de la reunión] era de que habíamos perdido algo", dijo uno de los dirigentes empresariales. Otro señaló a este periódico que tras el acuerdo le llegaban quejas de los empresarios "por todos los lados". Además, el presidente de Bancaja no aportó demasiadas novedades a lo que ya se conocía

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Ayer también se reunió el consejo de administración del Banco de Valencia, participado en un 38% por Bancaja, que valoró positivamente el SIP. El Banco de Valencia aporta al grupo una capitalización bursátil superior a los 1.800 millones y 36.000 de negocio. Las acciones del banco subieron ayer un 7% en la bolsa. Bancaja estudia aprovechar la reordenación que tendrá que hacer de sus sucursales para extender la red de oficinal del Banco de Valencia en aquellas zonas donde su presencia es minoritaria.

Caixa Ontinyent, la única caja valenciana que sigue sola, está analizando los efectos de la fusión de Bancaja y Caja Madrid, pero de momento mantiene su decisión de no integrarse en ningún SIP

No hay alegría en el sector empresarial. Ni la sede social en Valencia, ni el hecho de que las decisiones del futuro banco tengan que tomarse por mayorías cualificadas, que obligará a Bancaja y a Caja Madrid a consensuar sus decisiones estratégicas, ni que la corporación industrial vaya a depender de José Luis Olivas, acaban de convencer a los representantes empresariales, que recelan de un acuerdo alcanzado en ocho días y que tiene muchos flecos pendientes.

"No es normal, Olivas tendrá que dar muchas razones para explicar porqué ha dado un giro de 180 grados respecto de la posición que mantenía hace unos meses. Además, una negociación de estas características no se puede hacer en ocho días. Está claro que el acuerdo responde a una decisión política adoptada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, en su reunión de la Moncloa. Ahora, Olivas tiene que hacer de la necesidad virtud", explica uno de los presentes ayer.

Las añoranzas por lo que pudo ser y no fue se reflejaron en las palabras del presidente de Cierval. Ferrando manifestó el jueves por la noche en Castellón que el pacto no es el que su organización quería, pero ya que está hecho "hay que sacarle el máximo rendimiento". El presidente de la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa, Juan José Sellés, abundó en la tesis: "No es la fusión que más nos interesaba porque aleja un centro de decisión importante".

La única voz claramente a favor fue la del ex presidente de la Cámara de Comercio de Valencia. Arturo Virosque, que hace unos días se lamentaba porque no había sido posible la fusión CAM-Bancaja, apoyó ayer con entusiasmo el acuerdo con Caja Madrid. "Es la mejor novia que se podía encontrar para Bancaja".

Una fuente de la dirección de la caja respondió a las críticas empresariales diciendo que "hace unos meses estos mismos empresarios se oponían a la fusión con la CAM porque decían que lo que les interesaba era tener dos entidades con las que negociar"

Por otra parte, la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) ha advertido a la caja madrileña que la operación con Bancaja podría tener un "efecto negativo" en las clasificaciones que tiene asignadas. S&P considera que el gran tamaño de la entidad valenciana no es, precisamente, lo mejor para Caja Madrid.

De izquierda a derecha, Rafael Montero, Rafael Martínez, José Roca, Francisco Pons, José Vicente Morata, Rafael Ferrando, José Luis Olivas, Arturo Virosque y José Vicente González durante su reunión ayer en Bancaja.
De izquierda a derecha, Rafael Montero, Rafael Martínez, José Roca, Francisco Pons, José Vicente Morata, Rafael Ferrando, José Luis Olivas, Arturo Virosque y José Vicente González durante su reunión ayer en Bancaja.

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