Autores que llegan de cerca
La Feria del Libro de Bilbao presenta las nuevas obras de Toti Martínez de Lezea, Jon Arretxe y Roberto Moso
La Feria del Libro de Bilbao quiere prestar atención a los escritores del entorno más cercano, ya sean autores en euskera o en castellano y se dediquen a la literatura infantil, la novela negra o los microrrelatos. Los puestos del Arenal ofrecen a los compradores en la primera línea Bilbao-New-York-Bilbao, la novela de Kirmen Uribe premiada con el último Nacional de Narrativa; Casi todo el amor y casi toda la muerte, de Fernando Marías; La Universal, de Toti Martínez de Lezea; Habitat, los relatos de Katixa Agirre, distinguida con el Zazpi Kale por las ventas alcanzadas en 2009, o Londres kartoizkoa da, de Unai Elorriaga. Poco tienen en común en los contenidos, pero todos los autores resultan especialmente mimados por los libreros, que los consideran "de casa".
Entre los escritores vascos reina en la feria Toti Martínez de Lezea. Superventas con sus novelas históricas, resulta un imán que atrae a los puestos en los que firma ejemplares a muchísimos lectores. Les dedica el libro, escucha sus comentarios y les anima a que lean otros títulos. "Militante" de las ferias, como se define, repite su visita cinco o seis veces por edición y a los libreros les encanta que anime el ambiente.
Martínez de Lezea regresó ayer a la feria bilbaína con la última entrega de la serie Nur (Erein), sus novelas para el público infantil. Del primer volumen de la serie, publicado hace dos años, ya ha vendido 20.000 ejemplares, repartidos a partes iguales entre los editados en euskera y en castellano. Ahora presenta el cuarto capítulo: Nur y la casa embrujada. La protagonista de la serie está inspirada en la nieta de la escritora. "Nur es una niña normal. Lo único extraordinario es su fantasía", explica Martínez de Lezea, quien retoma en la historia las raíces paganas del solsticio de verano y las hogueras de la Noche de San Juan.
La autora de Nur empezó a escribir para niños -"novelas infantiles y no cuentos", como le gusta precisar, "libros que narran historias sin caer en la tentación de la moralina"- para complacer a su hija. "Quería que escribiera para mi nieta, Nur. Ahora la niña va a cumplir 11 años y quizá ya sea bastante con las cuatro historias". Con todo, no cierra la puerta a seguir escribiendo para niños, "o quizá pueda continuar al margen de Nur".
Jon Arretxe publicó en 2008 en euskera la novela Fatum, protagonizada por un ex policía que malvivía en los bajos fondos de Lisboa reconvertido en cantante de fados. Ahora publica su traducción al castellano, bajo el título La calle de los ángeles. La obra sigue la estela de Shahmarán, publicada simultáneamente en euskera y castellano a finales de 2009 dentro de la colección de novela negra Cosecha Roja (Erein). Arretxe califica su novela como "muy negra, sórdida y concentrada", una obra en la que utilizó la ciudad de Lisboa como un personaje decisivo para crear el ambiente fatalista de la historia. Escribió buena parte de ella alojado en una pensión llena de pulgas de la capital portuguesa a la que le debe buena parte de la inspiración. "Allí encontré personajes y rincones para la novela", asegura.
En el programa Pompas de papel, de Radio Euskadi, los relatos del periodista, músico y escritor Roberto Moso apenas duran 20 segundos. Son historias tan reducidas que su autor afirma que están "liofilizadas". Un total de 82 de esos microrrelatos conforman el libro Polvo (Erein). Todos ellos han sido ilustrados por Alfonso Herrero. Moso mostró sus dotes para el espectáculo cantando como cierre de la presentación Nahiko, la primera canción que grabó con el grupo Zarama hace ya 28 años.
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