_
_
_
_
Reportaje:

Sacyr abre el canal

La constructora busca nuevos contratos con las obras de Panamá como catapulta

Miguel Ángel Noceda

La ampliación del canal de Panamá va a toda máquina, y Sacyr Vallehermoso, líder del consorcio que se adjudicó las obras, quiere aprovechar el buen cartel que se ha labrado en los nueve meses que lleva en el país centroamericano para incorporar nuevos contratos a su cartera de pedidos. El grupo, en concreto, tiene previsto pujar por los proyectos de autopistas de peaje y carreteras que forman parte del Plan de Infraestructuras, cuyo plato fuerte es precisamente la ampliación del canal, y en los proyectos de plantas energéticas y puertos que el Gobierno planea en torno al canal. Y Sacyr es el principal accionista de Repsol YPF, detalle que no hay que olvidar.

Por ese motivo, gran parte de la plana mayor del grupo, con su presidente, Luis del Rivero, a la cabeza, se trasladó el lunes al país del istmo. Del Rivero participó en un almuerzo con el presidente, Ricardo Martinelli; como invitado de excepción junto al vicepresidente, Juan Carlos Varela; el secretario de Estado de Presidencia español, Bernardino León, y el embajador español en aquel país, José Manuel López-Barrón.

El grupo persigue acuerdos en Colombia, México y Estados Unidos
La construcción de las compuertas abre posibilidades a los astilleros españoles

Por su parte, el consejero delegado, Manuel Manrique, se entrevistó con Alberto Alemán, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), la institución que gestiona el complejo, una verdadera caja registradora que el año pasado reportó al Estado 780 de los 1.960 millones de dólares que facturó. Es decir, un seguro que le permite abordar grandes inversiones sin endeudarse demasiado.

El esfuerzo no es en balde. Sacyr también quiere que sirva de catapulta para abrirse hueco y asentarse en países más o menos vecinos, como México, Colombia y Estados Unidos. En México pujará por obras públicas y plantas de depuración y tratamiento de aguas. En Colombia suma a proyectos similares el metro de Bogotá y la presa hidroeléctrica de Ituango; mientras que en Estados Unidos pretende entrar en la mejora de infraestructuras y concesiones en los Estados de California, Tejas, Florida y Pensilvania.

La cartera exterior de Sacyr se diversifica por Chile, Costa Rica, Libia, Portugal e Italia, donde con el polémico estrecho de Messina y las autopistas Pedemontana-Veneta y Broni-Montana (ésta a punto de adjudicarse) posee el mayor bocado. En estos momentos, la cartera exterior del grupo representa el 55% de su cifra de negocio, aunque su objetivo es colocarlo en las dos terceras partes del total.

El canal supone directamente una quinta parte del PIB de Panamá y hace que sea uno de los países más prósperos y rentables, con crecimientos notables en los últimos años, pese a que la crisis también atosiga al comercio marítimo. Precisamente, la necesidad de ampliar el flujo y el tamaño de barcos que atraviesan los 80 kilómetros del canal llevó al Gobierno panameño a proyectar el tercer juego de esclusas a ambos lados. La ampliación permitirá pasar de 330-340 toneladas a 600, con superbarcos de los denominados Pospanamax (con presencia de grandes carboneros, petroleros y cruceros), lo que elevará el tránsito de 13.800 a 16.000 operaciones anuales, e incrementará las tarifas el 5%. La previsión de capacidad del canal rondará el 40% del comercio marítimo mundial, frente a algo más del 30% de la actualidad.

Todo un reto para las constructoras que se presentaron al concurso. Lo ganó el consorcio Unidos por el Canal (UPC), que junto a Sacyr (48%) lo forman la italiana Impregilo (48%), la belga Jan de Nul (3%) y la local Constructora Urbana, en pugna con otros dos consorcios, uno de ellos formado por los grupos españoles ACS

FCC y Acciona. Sacyr valoró su apuesta en 3.198 millones de dólares, frente a los 5.981 de éstos y los 4.185 del consorcio encabezado por la estadounidense

Berchtel.

La única oferta que quedó por debajo del presupuesto (3.481 millones) fue la de UPC, cuya victoria frustró las esperanzas norteamericanas de completar la ampliación que dejaron a medio hacer en 1942 por la Guerra Mundial -el canal lo construyo Estados Unidos desde 1904, se inauguró nueve años después y pasó a la soberanía panameña en 1999- y de la que quedan claros testimonios. De hecho, parte de las nuevas obras se están haciendo sobre las iniciadas entonces, aunque las compuertas serán correderas y no de bisagra, y el sistema de evacuación y llenado, por medio de tinas, lo que permite recuperar el 60% de las aguas utilizadas.

El nuevo juego de esclusas, que comenzaron el 25 de agosto de 2009, se realizará sobre dos brazos adicionales abiertos en ambas partes del canal. Las esclusas requerirán 16 compuertas, cuya construcción está valorada en 400 millones de dólares (300 millones de euros). El concurso para licitarlas se hará después del verano, lo que supone una oportunidad para los grandes astilleros especializados, en estos tiempos de escasos pedidos, entre ellos los españoles de

Navantia.

El buen ritmo de las obras, con trabajo prácticamente a destajo seis días a la semana (de lunes a sábado) con una punta de 8.000 trabajadores (de ellos, el 90% panameños, por exigencias del contrato), hace aventurar a UCP que puede adelantar la entrega en unos 250 días sobre los 1.883 previstos hasta el 21 de octubre de 2014. El adelanto tiene una bonificación de 215.000 dólares por día con un máximo de 50 millones, mientras el retraso se penaliza con 300.000 dólares por día y 54 millones como máximo. -

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_