Estonia entrará en el euro pese a los avisos del BCE

La previsible admisión de Estonia, ex estado soviético que ingresó en la Unión Europea en 2004, en la zona euro demuestra que los máximos órganos comunitarios no están dispuestos a dejar que la crisis impida extender el actual bloque hacia el Este. Los gobiernos europeos aprobarán la semana que viene que el país báltico pase a formar parte de la Eurozona, con la advertencia del Banco Central Europeo (BCE) de que mantenga su inflación bajo control, según un borrador pendiente de ser aprobado.

Según ese borrador, los ministros de Finanzas de la UE dictaminarán el próximo 8 de junio que "Estonia reúne las condiciones necesarias para entrar en el euro", aunque necesitará una "continua vigilancia". El apoyo político choca con la preocupación del BCE ante la posibilidad de que la tasa de inflación de Estonia, un 2,5% en abril, pueda saltar en los años siguientes cuando su crecimiento económico supere la media europea.

Los gobiernos de las 16 regiones de la Eurozona tienen el poder formal para admitir el ingreso y nunca han negado la entrada a un país respaldado por la Comisión Europea.