Los juegos del muro
El éxito de los títulos simples y gratuitos en las redes sociales ha obligado a reaccionar a gigantes del sector como Electronic Arts
Cultivar patatas, cuidar animales de granja, alimentar peces o controlar el flujo de la economía sumergida de la mafia son tareas que, por extraño que parezca, pueden realizarse desde Facebook.
Estas tareas teóricamente supeditadas a las herramientas sociales de la plataforma se han transformado en la prioridad de internautas que a diario se conectan a Facebook para comprobar el estado de sus establos virtuales antes de consultar las actualizaciones del muro o los mensajes privados.
Desde su estreno en febrero de 2004, Facebook ha madurado a través de diferentes etapas dejando atrás su concepción original, la de red social de amigos, para evolucionar hacia el concepto amplio de plataforma de entretenimiento. Y en este punto evolutivo entra la industria del videojuego, que elige capear la crisis económica al ver reducidas las ventas de juegos y consolas en España el 16,2%, afincándose en nuevos canales como las redes sociales.
Acuerdo por cinco años
La apuesta de Facebook por estos juegos sociales alcanza un nuevo rango con la firma de un acuerdo de cinco años con Zynga, la desarrolladora californiana especialista en juegos sociales, responsable de títulos como el simulador de bandas callejeras Mafia Wars, el mundo acuático virtual Fishville y la granja pixelada Farmville. La alianza comercial cierra la polémica entre ambas empresas generada por la facturación de los contenidos de pago en los juegos.
El catálogo de juegos de Zynga entretiene gratuitamente a 65 millones de personas al día.
Su modelo de negocio no pasa únicamente por el ocio sin coste alguno para el jugador; servicios adicionales como la compra de huertos, semillas y animales para la granja o la adquisición de elementos decorativos como corales para la pecera mantienen a una compañía con más de 600 empleados y tres oficinas repartidas por el mundo.
La moneda Facebook Credits
El jugador social consume objetos virtuales cargando su saldo a partir de cuatro euros en estos universos incrustados en su navegador web. La moneda oficial de Facebook, Facebook Credits, actúa de catalizador económico en estas transacciones online y reporta, según el acuerdo firmado, beneficios a la red social y al proveedor del videojuego.
El éxito de Zynga, que cuenta con el apoyo económico de inversores como Digital Sky Technologies y Foundry Group, ha demostrado la validez de este modelo de negocio que adapta la industria del videojuego a las exigencias de las redes sociales y que prevé generar una facturación anual superior a los 2.000 millones de dólares para 2012, según la consultora ThinkEquity.
Que Zynga también haya firmado un acuerdo con Yahoo para expandir sus juegos sociales por los servicios de la empresa multimedia es un signo más de la vitalidad económica de este mercado neonato. Es el salto de lo virtual a lo real, con acuerdos como el sellado entre Zynga y la cadena de tiendas norteamericana 7-Eleven, cuyos clientes recibirán códigos para canjear por regalos virtuales en juegos sociales.
También Zynga.org no descuida el aspecto solidario, con la venta de objetos de organizaciones no gubernamentales en campañas como la reconstrucción de Haití.
El éxito de Zynga ha alertado a la industria clásica de su pérdida de influencia. Compañías de primer nivel como la japonesa Capcom (Resident Evil, Street Fighter, Monster Hunter, entre otros) ya atisban un futuro satisfactorio para los juegos en redes sociales, especialmente aquellos destinados al público ocasional. El presidente de la firma japonesa, Haruhiro Tsujimoto, apuntó recientemente que prevé el lanzamiento de juegos de su marca en Facebook.
EA compra Playfish
Por su parte, Electronic Arts, sello editorial de sagas de prestigio como Fifa, Medal of Honor, Mass Effect y el simulador social Los Sims, decidió pasar a la acción directa con la adquisición por más de 320 millones de euros de Playfish, compañía especializada en el desarrollo de juegos sociales competidora de Zynga.
Para la llegada de las sagas tradicionales del sector a las redes sociales en forma de juegos de navegador todavía se debe producir una evolución del consumidor de juegos en redes sociales, cuyo perfil actual permanece estancado en el de jugador ocasional, que no acostumbra a consumir ocio digital en videoconsolas. Los consumidores tradicionales de videojuegos permanecen aún lejanos a la simplicidad de estos juegos web.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.