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Reportaje:COMER | VAMOS A... BERLÍN

Alta cocina económica

Se come bien, mucho y a bajo precio. Del 'cool' Fleischerei a la cocina del chef Stefan Hartmann, las mejores mesas

Atrás quedaron los tiempos en que Berlín era una ciudad provinciana desde un punto de vista culinario. En los últimos años, la capital alemana ha ido recuperando terreno de la mano de chefs comprometidos y la cocina de los hoteles. Actualmente, la ciudad cuenta con 12 restaurantes distinguidos con estrellas en la Guía Michelin, más que ninguna otra ciudad de Alemania. Además, la oferta gastronómica se enriquece con las aportaciones de los inmigrantes procedentes de Turquía y Vietnam. Y, claro..., Berlín no sería Berlín si en el ámbito culinario no hubiera también algún que otro proyecto extravagante y simpático.

Cookies Cream

Restaurante vegetariano sin tintes ecológicos, capaz de satisfacer a los gourmets más exigentes. Esta combinación, más una perfecta puesta en escena y el Club Cookies, convierten el Cookies Cream en una auténtica atracción berlinesa. ¡Imprescindible reservar!

Fischers Fritz

El restaurante del Hotel Regent está especializado en platos de pescado y crustáceos. El responsable de la cocina es Christian Lohse, que en poco tiempo ha convertido el Fischers Fritz en un referente, con dos estrellas Michelin. Se puede degustar el menú lunch de tres platos por 47 euros.

Fleischerei

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Los azulejos blancos que cubren las paredes y una gigantesca foto en blanco y negro sobre la barra que muestra cerdos partidos por la mitad recuerdan los tiempos en que la carnicería Epler ocupaba este local. Puede parecer una afrenta estética a los vegetarianos y a los espíritus más sensibles. Pero encaja a la perfección con el ambiente a la última y la cocina es muy buena.

Good Friends

Tres grandes salones repletos de un público variopinto a cualquier hora del día y de la noche. No es de extrañar, puesto que se trata de uno de los mejores restaurantes chinos de la ciudad. La oferta es enorme y buena.

Grill Royal

La cantina del mundo del arte. Uno se sienta en cómodos sofás a la luz agradable de pequeñas lámparas rojas y deja vagar la mirada por las reservas de champán colocadas en neveras de cristal, las obras de arte moderno que exhibe el local o los barcos que se deslizan sobre el agua. Para comer, filetes a la parrilla en su punto. Los sibaritas pueden pedir carne de vaca Wagyu.

Hartmanns

Stefan Hartmann cocina sin rodeos. Combina los mejores productos con una preparación inteligente y rehúye consecuentemente las modas culinarias dudosas y los dictados poco realistas de los gourmets. Ofrece una fantástica relación calidad / precio.

Hasir

Dicen que en este lugar se vendió hace casi 40 años el primer kebab de Berlín. Hoy sigue siendo de los mejores. Además de otros platos turcos, como la carne de cordero con ensalada, pan caliente y salsa de yogur, también merece la pena probar las sopas y los entrantes. Hasta bien entrada la noche.

Kurpfalz Weinstuben

Perfecta recreación de una taberna palatina, con opulentas raciones de tripa de cerdo, salchichas de hígado, morcillas y rollos de col. El vino se sirve en copas de cristal oscuro.

Ma Tim Raus

Restaurante de concepción innovadora que sienta precedentes en el terreno culinario y el interiorismo. La cocina ofrece una apasionante alternancia de ingredientes regionales y otros exóticos preparados de forma ingeniosa, lo cual le ha hecho merecedor de una estrella Michelin. Exclusivo e inusual, pero también impresionante y sensual. Una de las cimas del panorama gastronómico.

Paris Bar

En este local probablemente no haya ni un centímetro cuadrado que no haya sido tocado por algún famoso. Gorbachov, Madonna, De Niro... todos han estado aquí y han probado su selecta cocina francesa.

Rodeo

Imposible comer en un escenario más bello: hedonistas que siguen siendo jóvenes degustan cocina alemana moderna con un toque mediterráneo en este imponente salón rematado por una cúpula enorme. Los fines de semana el restaurante se transforma en un club a partir de las 23.00.

White Trash Fast Food

Toda una institución del punk-rock. Calaveras y camareros tatuados, pero también filetes y hamburguesas excelentes, costillas de cerdo supertiernas y fondue de queso. Entrada la noche, música en directo.

El restaurador Stefan Hartmann en la entrada de su restaurante
El restaurador Stefan Hartmann en la entrada de su restaurante

Pastel de perro frío

» 'Currywurst': salchicha frita trinchada con o sin tripa, acompañada de ketchup al curry.

» 'Boulette': albóndigas de carne picada fritas. En los chiringuitos de comida rápida se sirven con pan y mostaza; en los restaurantes, con puré de patatas y salsa.

» 'Döner kebab': carne asada en el pincho giratorio de diversa calidad (¡hay que pedir yaprak!), acompañada de ensalada y diversas salsas, metida en pan árabe o envuelta en una especie de tortita más fina (dürüm).

» 'Kassler' (chuleta de Sajonia): carne en salazón cocida y ligeramente ahumada.

» 'Königsberger Klopse': albóndigas de carne picada cocidas acompañadas de salsa blanca con alcaparras.

» 'Eisbein': pata de cerdo en salazón cocida.

» 'Tote Oma' (literalmente, abuela muerta): morcilla cocida, se sirve con patatas y col agria.

» 'Berliner Schnitzel': escalope de vaca.

» 'Berliner Leber': hígado de ternera acompañado de cebolla asada o de láminas de manzana salteadas.

» 'Kalter Hund' (perro frío): pastel a capas de galletas de mantequilla con baño de chocolate.

» 'Berliner Luft' (aire de Berlín): postre de merengue al limón.

» 'Berliner Weiße': cerveza de alta fermentación que se suele tomar con un chorrito de sirope de frambuesa o asperilla.

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