La policía desmantela una gran red criminal en la Costa del Sol

La policía asestó ayer un duro golpe al crimen organizado con una macrooperación en la que cayó toda una red dedicada al tráfico de drogas y armas. La banda estaba asentada en la Costa del Sol y tenía ramificaciones en Reino Unido e Irlanda. Su jefe era Christopher Kinahan, un norirlandés de 53 años y con antecedentes en el Reino Unido y en Holanda. Lo detuvieron el lunes por la noche en su mansión de Estepona. Junto a él, cayeron su mano derecha y dos de sus hijos, también metidos en negocios ilícitos. Durante años controlaron el tráfico de drogas en Holanda y trataron de monopolizarlo en Irlanda. Estaban perfeccionando fórmulas de blanqueo de capitales a gran escala.

Además de ejercer en Irlanda un "control absoluto" del mundo del crimen organizado, los cabecillas se relacionan con las principales bandas del Reino Unido y tenían una gran autoridad sobre las mafias asentadas en la Costa del Sol, según informó el Cuerpo Nacional de Policía.

El operativo, bautizado Shovel, ha culminado con la detención de 31 personas, de las cuales 17 han sido arrestadas en España. Tres de los detenidos son abogados españoles. Además, se han producido 11 arrestos en Reino Unido y tres en Irlanda. Los agentes han practicado 122 registros en domicilios, locales, despachos de abogados y negocios de los tres países. En España se han intervenido 60 propiedades de lujo.