_
_
_
_
AL CIERRE
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Chamusquina al por mayor

El olor a chamusquina está presente a todas horas, en todas partes. Por ello, el mérito de quienes siguen su vida cotidiana cumpliendo con su obligación es mayor que nunca: aplaudámosles, son los únicos sensatos. Los medios de comunicación, con Internet a la cabeza, expedidores de chamusquina al por mayor, anuncian fin del mundo, un futuro imposible. Camps, Bono, Millet, Gürtel, el Tribunal Constitucional, "Zapatero traidor", "Europa hundida", España en bancarrota, Garzón rey del enredo, especuladores enmascarados: el inventario de desastres llega hasta la parábola de la Diagonal y está lleno de verdades y mentiras, a partes iguales.

El rumor reina descontrolado, pero es verdad que las cenizas de un volcán no dejan volar a los aviones. Y es cierto que los españoles, según ha calculado el periodista Joaquín Estefanía (con datos de un informe de Analistas Financieros Internacionales) debemos, hoy, cuatro billones de euros, un 390% del producto interior bruto, lo cual no es lo mismo que la deuda pública, que llegará en 2010 al 70% del PIB.

El ataque a Europa es de una minoría (¿sin nombres, ni rostros?) que aplasta a la mayoría

Las empresas no financieras deben el 143% del PIB, los bancos y las cajas el 107% y los hogares el 89%. Este endeudamiento fue estimulado por una cultura consumista, ciega durante 15 años. Aquí todo el mundo ha vivido por encima de sus posibilidades: que se compre poco es lógico, casi todos tienen de todo. Apretarse el cinturón acabará siendo una oportunidad, mal aprovechada si no se ahorra en armas, por ejemplo.

Me escribe un amigo de Estados Unidos compadeciéndose de nuestra terrible situación en España y en Europa como si la gente se arrastrara por las calles pidiendo limosna. Felipe González alerta (varias veces) sobre el hecho de que la crisis no ha terminado. Sólo los muy conocedores son capaces de entender que la ofensiva contra Europa, su moneda y su estilo de vida está moviendo los hilos de una globalidad en la que unas minorías -¿sin rostro ni nombres?- están haciendo la vida imposible a las mayorías (cosa que, por cierto, no es nada novedosa en la historia humana).

Si no fuera por los parados y por la falta de imaginación colectiva para crear trabajo, el inventario de la chamusquina parece una novela.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_