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Entrevista:JORDI WILLIAM CARNES | Primer teniente de alcalde de Barcelona

''El alcalde Hereu puede ganar el partido en el último minuto"

Acaba de quitarse la banda roja con la que los ediles celebran las bodas en el Saló de Cent del consistorio. Jordi William Carnes, que el viernes será el primer teniente de alcalde de Barcelona, dice que los preceptivos artículos del Código Civil son muy sosos y que suele añadir comentarios de su cosecha. Conversador incansable, se prepara para ser el primer mosquetero del alcalde, Jordi Hereu, en la recta final del mandato en circunstancias complicadas. Porque no es fácil remontar el revés de la consulta de la Diagonal -participación del 12% y el rechazo del 80% de los votantes a las dos propuestas- que ha derivado en crisis de gobierno con el cese de Carles Martí, brazo derecho de Hereu en los últimos tres años.

"Planteamos una transformación, pero no la supimos explicar bien"
"La gente que transforma, arriesga. Hay otros que no se mojan"
"Hay que liberar recursos para las prioridades de la ciudad"

Pregunta. ¿Se podía imaginar que la consulta de la Diagonal le acabaría convirtiendo en el primer teniente?

Respuesta. No, no. Yo vi que me venía el tsunami dos minutos antes. Creo que en el resultado han influido dos elementos: los fallos técnicos que hicieron que no se hablara del contenido de la reforma, sino del ruido alrededor de ella. Y luego, el anuncio de medidas económicas impopulares. Unidas las dos, no se pudo superar.

P. Usted era el diseñador de la promoción económica y de la salud de las cuentas del Consistorio y ahora le toca, además, la estrategia política. ¿Es notable el cambio?

R. No se puede hacer un presupuesto sin mirar la totalidad de la ciudad. Lo cotidiano. La Hacienda municipal es una pequeña atalaya para ver los problemas de mantenimiento, de limpieza, de atención social, de seguridad. En el último año se ha producido una presión importante por los problemas de la crisis y estamos en buenas condiciones. Aquí se mantiene la paz social con una calidad del espacio público y unos servicios en todos los barrios. Eso es un activo social y también económico porque las empresas que quieren instalarse también quieren ciudades equilibradas.

P. Eso es gestión. ¿Dónde está el liderazgo de un alcalde?

R. En la impronta personal. Todos la han puesto, Serra, Maragall, Clos y ahora Hereu. Su principal valor es la proximidad. No es en abstracto, se ve en las inversiones en guarderías, en bibliotecas y en proyectos que ya caminan, como la Sagrera. Ahora tenemos la obligación de seguir con las infraestructuras y con la política de la convivencia, de los valores de la tolerancia, de la interculturalidad. Hay que saber mantener la identidad local y unos valores propios y, a la vez, ser una ciudad global que aspira a entenderse con todo el mundo.

P. Hablando de culturas y tolerancia, ¿hay que asumir o no el burka en la calle?

R. Con los elementos de la inmigración se debe tener mucho cuidado. Estamos hablando de personas, culturas y religiones diferentes. El equilibrio es difícil y romperlo es fácil. Echas una cerilla y calas fuego. Después reconstruirlo es complicado. No se puede jugar con los sentimientos y los miedos de las personas en momentos de crisis económica.

P. ¿Y el gobierno municipal saldrá de su crisis?

R. Haré un símil futbolístico. La final de la Champions -hace cinco años- Liverpool contra el Milan: Los italianos ganaban 3-0, los ingleses empataron en la segunda parte y, tras la prórroga, acabaron ganado a los penaltis. Y eso es lo que pasará. El alcalde Hereu tiene valentía y coraje. Y los partidos se ganan al final. Esta semana ha tomado decisiones complicadas. Ha tenido la valentía de decir: "Hay que hacerlo". Y luego insistir en las prioridades: la agenda económica, la atención de las personas, el mantenimiento del espacio público, la convivencia y la seguridad.

P. ¿Si es el alcalde de la proximidad, cómo no se dio cuenta de que la consulta no importaba?

R. Planteamos un debate de transformación y tal vez no explicamos bien lo que suponía. Y el cansancio y el miedo de la sociedad en un momento de crisis hicieron que aflorase con fuerza el rechazo. Además, esta ciudad es curiosa. Barcelona rechazó el plan Cerdà que ahora tanto alabamos. A veces se impone la visión a corto plazo y hay que mirar más allá. Por cierto, los mismos [se refiere a la oposición de CiU, PP y ERC] que dijeron que no hiciéramos nada, ahora insisten en que hay que hacer algo con la Diagonal. ¿En qué quedamos?P. ¿Con una campaña tan personalizada en el alcalde no se quería decir algo más?

R. No, el alcalde hizo una propuesta y la defendió. Otros no se pronuncian, no se mojan. Eso es lo más fácil, pero si tienes las cosas claras y una visión de ciudad, se defiende. A veces se gana y, otras, se pierde.

P. ¿No fue pecar de ingenuidad introducir la opción C -ninguna de las dos propuestas-?

R. A menudo, hay gente que hace política de tacticismo y nunca acaban de decidir si suben o bajan, si vienen o van. Tal vez no supimos explicar que no se haría ahora, sino a partir de 2012 o 2013. Lo que cuenta es que Hereu ha abierto el debate de transformar un espacio central del área metropolitana.

P. Vaya precio...

R. ¿A un precio político duro? Sí, pero la gente que transforma, arriesga. Hay otros políticos que nunca lo han hecho. Tienen una ambigüedad calculada. Para salir de la crisis hace falta transformaciones sociales, económicas y urbanas. De ahí, la Sagrera, el 22@, el campus del Besòs, el desarrollo del polígono de la Zona Franca. Y por eso se defendió la transformación de la Diagonal.

P. ¿Qué papel ha tenido ICV en la crisis? ¿Ninguno?

R. La principal responsabilidad del gobierno en todo este tema era de quien era.

P. ¿Y en la reforma del gobierno?

R. En las áreas sociales que lleva ICV, la crisis no ha tenido repercusión.

P. ¿Podían haber asumido el distrito de Ciutat Vella?

R. ¿Por qué?

P. ¿Por qué no?

R. Bueno, ellos tienen responsabilidad en un distrito, el de Horta-Guinardó. Con la marcha de Carles Martí se genera un hueco en Ciutat Vella y, al tiempo, se piensa que hay que reforzar el ámbito de la convivencia y la seguridad en ese territorio. Por eso se piensa en la edil de esa cartera .

P. ¿Qué pasará con los recortes que se avecinan?

R. Hay cosas que no son tan prioritarias y se deberán liberar recursos de algunas actividades para destinarlos a los ámbitos económicos, a la atención de las personas y al cuidado de la convivencia. Esa es la hoja de ruta.

P. ¿Suficiente a un año vista de las elecciones municipales?

R. Sería complicado si no hubiera hoja de ruta. No es así. Además, hay algunos indicadores económicos que empiezan a ser positivos, a dar buenos signos. El alcalde trabaja aunque es verdad que no gesticula demasiado... y tal vez sería una de las reflexiones a hacer. ¿Que si hay tiempo? Vuelvo al futbol: siempre hay una segunda parte y si se sabe rematar... El alcalde Hereu los goles los sabe marcar y puede ganar el partido en la segunda parte, en el último minuto.

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