Negro sobre blanco
El desembarco nórdico que este diario anunció hace apenas dos años tiene visos de convertirse en toda una avalancha de nieve negra, provocada en gran medida por el eco de dos estallidos con nombre propio: primero fue Mankell con su serie del inspector Wallander y poco después Larsson, cuya trilogía Millennium ha causado el furor de un Harry Potter para adultos. Como consecuencia, un repentino interés por el polar está catapultando en las listas de ventas a autores como Jo Nesbø, Arnaldur Indriðason, Jens Lapidus o Åsa Larsson, pero amenaza con sepultar otros nombres y títulos de gran valor literario que han llegado a nuestro país gracias a la importante labor de un puñado de traductores y editores comprometidos.
Conviene por lo tanto poner en contexto un fenómeno que no es exclusivamente español sino europeo, ya que el interés masivo por la literatura de esos países ha sido provocado por un efecto dominó tardío desencadenado a principios de los noventa por otros dos best sellers sin fronteras: La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, del danés Peter Høeg, y El mundo de Sofía, del noruego Jostein Gaarder. Desde entonces los lectores españoles han podido ir poco a poco accediendo a traducciones de calidad de grandes autores clásicos y modernos, y las librerías han ampliado el número de estantes dedicados a la literatura nórdica. Pero que la rúbrica compartida no llame a engaño porque, como bien advierte Halldór Guðmundsson -un reconocido editor y biógrafo islandés-, los empeños teóricos por encontrar un denominador común en los escritores del frío están abocados al fracaso. Estupenda noticia, porque es la diversidad y no el exotismo lo que hace interesante cualquier literatura, venga de la latitud que venga. Es de esperar que sea este motivo y no sólo las cifras de ventas lo que ha llevado a la comisión organizadora a dedicar la Feria del Libro de Madrid a los países nórdicos, brindándonos la ocasión perfecta para desmontar algunos tópicos, no vaya a ser que al lector español le dé por pensar que las guiris de antaño han cambiado el biquini por la gabardina.
En estas páginas presentamos una selección de autores actuales que el día de mañana podrían convertirse en clásicos, pero también animamos a quienes se acerquen hasta el paseo de Coches del Retiro a que aprovechen la oportunidad de asomarse a las sagas fundadoras de la literatura nórdica, a la jerarquía celestial del visionario Swedenborg, al infierno particular de Strindberg o a la obra de autores fundamentales para la novela europea del último siglo como Knut Hamsun, Karen Blixen o Halldór Laxness. Puede que entre sí no tengan un denominador común, pero, en lo que respecta al lector español, comparten un factor esencial, a saber, un tono a la vez íntimo y distante que resulta especialmente original, convincente y atractivo. Quién sabe: tal vez el secreto del polar nórdico no sea más que el (re)descubrimiento de ese ingrediente mágico.
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