Camps asegura en privado que no adelantará sus comicios

Llevaba varios meses sin acudir a las reuniones internas del PP, para evitar a los periodistas, que le preguntan por el caso Gürtel, y para evitar a sus compañeros, que aunque no le pregunten, esperan una explicación de un asunto que afecta a la imagen de todo el partido. Por eso la llegada de Francisco Camps a la sede de la calle Génova estuvo rodeada de gran expectación. Pero, de nuevo, ante los periodistas no dijo nada y ante los suyos, sólo un poco. Les aseguró que no adelantará las elecciones en la Comunidad Valenciana, pero no ofreció ningún tipo de explicación sobre el caso Gürtel -nunca lo ha hecho ante la cúpula- o sobre su situación política después de que el Tribunal Supremo decidiera rechazar el sobreseimiento que había decidido el Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana. Tampoco se llevó, al contrario de lo que sucedió en Valencia, ningún aplauso ni apoyo especial. En privado, muchos barones comentan que la situación es insostenible, pero mientras Rajoy le apoye, nada se mueve. El líder y el valenciano se quedaron a solas cuando acabó la reunión.

Camps habló de economía, en un discurso definido por varios como "muy fallero", esto es muy lanzado, y se limitó a decirles, cuando se hablaba de las elecciones anticipadas en España: "Que sepáis que las elecciones valencianas serán como todas las demás, en mayo de 2011". Esta idea contradice lo que él mismo había hecho el día anterior, ya que su Gobierno puso en marcha el mecanismo legal para poder anticipar las elecciones autonómicas, algo previsto en el nuevo Estatuto.

Tensión con Génova

Entre Valencia y Génova se vive una gran tensión, porque Camps ha intentado varias veces convencer al entorno de Rajoy de que lo mejor es adelantar los comicios y que las urnas, con una victoria, le absuelvan de las imputaciones de la justicia. Génova cree que es una locura, y la catalana Alicia Sánchez Camacho tiembla con la idea de que Camps haga coincidir valencianas y catalanas -previstas para octubre-, con lo que la campaña del PP se centraría en el caso Gürtel, una pesadilla para una dirigente no afectada por el escándalo como ella.

En cualquier caso, todos creen que el asunto ahora está en otro lado, en las medidas del Gobierno. Dijeron que Zapatero está hundido, y Antonio Beteta, consejero de Madrid que sustituyó a Esperanza Aguirre, que excusó su presencia, aseguró que está convencido de que habrá más recortes. Así que la imagen del Gobierno, insistieron, sólo puede empeorar.