Alcaldes con los votos fuera

El acuerdo del Congreso que impedirá el voto de los residentes ausentes no cae bien a los alcaldes de los municipios gallegos con mayor censo de electores en la diáspora. 89 ayuntamientos tienen al menos un 25% de votantes en la emigración y la provincia de Ourense, con 51 municipios con más del 54% de electores en la emigración, se lleva la palma. Sin embargo, los regidores de los ayuntamientos más afectados no temen la reforma, aunque la reprueban.

Es el caso del ex regidor de Arnoia, el popular Rogelio Martínez, actual superdelegado de la Xunta en Ourense. Martínez lleva la cuenta de cada uno de los votos que le han dado durante 30 años muy holgadas mayorías al PP. "No nos va a afectar para nada la reforma porque aunque más del 50% del censo de Arnoia es de residentes ausentes, sólo votaba hasta ahora el 25% y la diferencia entre la primera fuerza (el PP) y las demás es de tal calibre que nunca perderíamos la mayoría absoluta".

En Arnoia, Martínez ha cosechado hasta la fecha mayorías de 7 ediles del PP frente a 1 (PSOE), o como mucho, de 7-2. En las municipales de 2007 se vio obligado a repetir las elecciones tras sentenciar la Justicia que se habían producido irregularidades en el recuento de los votos de la emigración. La mitad de los censados (880 vecinos) volvió a las urnas a votar 5 meses después de la cita oficial y lo hicieron también más de 200 residentes en el extranjero. Todo quedó como estaba.

El ex regidor de Arnoia protesta sin embargo por la reforma de la ley. "Nuestra gente en la emigración tiene todo el derecho a votar en su pueblo", sostiene, y puntualiza que "habría que diferenciar entre quienes tienen propiedades en el municipio", y que en su opinión tendrían derecho al sufragio, y quienes "no conocen el pueblo". En cualquier caso anuncia ya, pese a no ser el alcalde, que "los emigrantes de Arnoia tendrán la misma consideración que el resto de los vecinos".

Junto a Arnoia, el municipio de Avión también tiene un 54% de residentes ausentes, y Gomesende y Bande se le acercan, con más del 51%. En A Coruña, Laxe supera, junto con otros 12 ayuntamientos (A Baña, Cabana de Bergantiños, Fisterra, Laxe, Mazaricos, Muxía, Santa Comba, Ortigueira, Santiso, Val do Dubra, Vimianzo y Zas) el 25% de residentes ausentes en el censo.

Pero el alcalde de Laxe, el socialista Antón Carracedo, también afirma que la reforma electoral no afectará en nada al resultado. De ese censo del 25% "no vota ni la mitad", sostiene Carracedo, que gobierna más ajustado, con 6 concejales frente a 2 del PP, 2 de Terra Galega y un independiente.

Al alcalde de Laxe, que lleva 11 años al frente de la institución local, tampoco le parece bien la reforma electoral. "Hay cosas bastantes peores", señala y enumera de inmediato: "El caciquismo, el carrexo y la manipulación de los votos que se hace desde Galicia".

Para Carracedo, la "dinámica de despreciar el voto de la emigración carece de lógica. "Después de 30 años en política he visto de todo y, desde luego, el voto emigrante no es lo más problemático. Se puede trapichear mucho con los votos sin necesidad de ir a Montevideo o a Buenos Aires".

Los alcaldes expresan su sorpresa. Sus votantes empiezan a mermar: la natalidad cae en sus municipios y el censo de los residentes ausentes crece por la nacionalización de los descendientes. Pero ahora no podrán votar.