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Un viaje al universo

El Parque de las Ciencias de Granada supera las expectativas en su 15º aniversario

A veces nos gustaría volver a ser niños y eso ocurre cuando uno entra en el Parque de las Ciencias de Granada. Se sumó hace 15 años a los museos interactivos y el éxito del proyecto ha superado con creces todas las expectativas. Los 70.000 metros cuadrados de espacio con los que cuenta es mucho más de lo que inicialmente se ideó a principios de los noventa: un pequeño museo de ciencia. Pero no hay que confundirse, no hace falta ser niño. Adolescentes, adultos, profesores, turistas, miembros de la comunidad científica, personas mayores... todos disfrutan en él.

Precisamente la relación con el parque de los mayores la define como "alucinante" uno de los padres del proyecto, Javier Medina, director del área de ciencias y educación. "Algunos mayores vienen cohibidos, con una mentalidad más clásica de museo, pensando que su falta de conocimiento va a ser una barrera, y ver cómo se desinhiben, empiezan a tocar, aprenden y se relacionan con otros visitantes es maravilloso", explica.

El parque está recibiendo medio millón de visitas al año
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Medina está convencido de que la diversificación de público garantiza el éxito (sólo el 30% de los visitantes son escolares) y asegura que el objetivo no es otro que hacer pasar "un rato agradable con la ciencia". A Medina, al director del parque, Ernesto Páramo, y al filósofo Javier Ruiz debe Granada gran parte de este sueño.

Sus más de medio millón de visitas anuales evidencian un buen trabajo, pero también que persiste el equilibrio con el respaldo institucional. La suma de voluntades es su principal aval. Y ahí está el Consorcio del Parque de las Ciencias, del que forman parte la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada, la Diputación, la Universidad de Granada, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, CajaGranada y Caja Rural. Su presidente y consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, destaca lo "rentable" de la inversión. "Es un referente en divulgación científica".

El futuro pasa por la consolidación. El parque no se fija tanto en el crecimiento como en atraer importantes exposiciones y participar en grandes proyectos internacionales. Quiere calidad en sus visitantes, que, en general, reconoce el parque, son "un lujo".

El planetario, ahora no sólo opto mecánico sino también digital, es uno de los nuevos reclamos. Acerca el universo de forma fácil y comprensible. La tecnología permite proyectar una única imagen de vídeo a cúpula completa y es posible así viajar al universo en 360 grados y desde cualquier punto a través de la plataforma Digital Universe creada por el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y la NASA.

El físico Manuel Roca se unió al proyecto en 1993. Es uno de los pocos que trabaja en el parque desde que se abrió. "Al principio cabíamos todos en un ascensor", recuerda. Su lugar preferido es el planetario. Le gusta comprobar las reacciones de la gente en las sesiones y cómo ha cambiado el público. "Al principio se notaba que muchos pisaban por primera vez un planetario. Ahora el nivel de la gente es mucho más elevado".

De las múltiples actividades que se han celebrado en el planetario, un lugar que recoge perfectamente la filosofía del parque, recuerda especialmente El Universo de Lorca, un montaje de gran belleza que aunó ciencia y arte armónicamente. "Todos sabemos el final trágico de la vida del poeta, pero el montaje divulgativo impactó tanto a una alumna que lloró desconsolada un buen rato tras visionarlo", comenta.

Experiencias de todo tipo se han vivido a lo largo de estos años en las instalaciones. La posibilidad de conocer con modernas tecnologías museográficas el cuerpo humano, adentrarse en el arte de la taxidermia con más de un centenar de grandes mamíferos naturalizados o visitar un mariposario tropical no suelen dejar indiferente a nadie.

El club de amigos es bastante amplio y la cantidad de actividades que desarrolla (talleres, teatro, música, concursos, experimentos) cada vez atrae a más. Concienciar de la importancia de la investigación y acercarla de forma amena a la sociedad parece así muy sencillo. Y esa es su principal misión, hacer de puente.

Quizá también la conexión con la sociedad ha superado lo que esperaban. "La gente llama con dudas al parque. Una señora recurrió a nosotros mientras hacía la comida porque la tapadera de la olla a presión le hizo vacío en la encimera", recuerda Roca. Le indicaron que la trasladara con pequeños golpes hasta el borde para que le entrara aire. A los pocos minutos volvió a llamar al museo de la ciencia. Había resuelto su problema.

Una de las exposiciones del Parque de las Ciencias de Granada.
Una de las exposiciones del Parque de las Ciencias de Granada.M. ZARZA

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