"Nos decían que si estábamos locos"
El director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo (Lugo, 1958), recuerda aún con emoción el día que "levantaron la persiana" para inaugurar el museo en Granada. Hoy es un referente en España y el único centro divulgador de estas características en Andalucía, pero los preámbulos no fueron fáciles. "Teníamos miedo por si no venía.Granada es una ciudad cultural, ligada a la historia y a la poesía. Nos decían que si estábamos locos por plantear un proyecto así", explica.
Días como el de ayer, con miles de asistentes a la jornada de puertas abiertas, confirman que fue, sin duda, una apuesta acertada. "Es una gran fiesta a la que vienen miles de personas a celebrar el encuentro con la ciencia y la tecnología. Y no fallan". Habla con entusiasmo del parque del que está orgulloso. Y agradece insistentemente el apoyo de la sociedad. "Familias, profesores, científicos, turistas... todos responden", subraya. El parque divulga ciencia e innovación pero no se olvida de la música, el teatro o el cine. "Todo se aúna".
En estos años de recorrido reconoce que "se han abierto puertas" que ni ellos pensaban. Se ideó como un museo local de ciencia y educativo. "Ahora quiere jugar en primera división" y se codea, en determinados proyectos, con el Museo de Historia Natural de Londres o el de Toulouse. La gente repite y viene a conocer las nuevas exposiciones. "Inicialmente nuestra previsión era recibir 100.000 personas al año". Hoy son más de medio millón, pero Páramo insiste en el recelo inicial. "¿100.000 personas a un museo de ciencia y pagando? Nos cuestionaban en los noventa al presentar los estudios de viabilidad".
Ha cambiado radicalmente la museología científica. "Antes había que abrir la mente de la gente". El Parque de las Ciencias fue desde el inicio "un museo de ciencia pero contemporáneo", explica. "Sin perder el rigor conseguimos que la gente disfrutara". Y la oferta es amplia. Pero no todo ha sido fácil, ha habido años de "buenos y malos presupuestos". La inversión en conocimiento es importante y no cumple sólo una función educativa y cultural. El parque, añade Páramo, también tiene "un papel socio-económico vital". Y, sobre todo, "una masa crítica que lo apoya".
El crecimiento ha sido "apabullante". En noviembre de 2008 los Príncipes de Asturias inauguraron la cuarta fase. Su director divide la trayectoria en dos etapas: un proyecto innovador, que fue en los noventa, y lo que es hoy, un referente nacional en divulgación que empezó a gestarse en el año 2000. Entre las tareas pendientes, mejorar la promoción. Ampliar no está por ahora en el horizonte. "Gestionar bien 70.000 metros cuadrados de ciencia y conocimiento ya es suficiente", zanja el divulgador.
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