Sorpresas en Westminster
Por primera vez una candidata del Partido Verde logra un escaño; el líder unionista norirlandés pierde el suyo
Detrás de los grandes titulares que acaparan los grandes partidos, el nuevo Parlamento sin una mayoría de Gobierno clara esconde una cuantas sorpresas y novedades. Las principales son la entrada en Westminster de la primera diputada ecologista acompañada de tres políticas musulmanas que, bajo la enseña del laborismo, también han logrado hacer historia. La sorpresa, más allá del escaso crecimiento de la extrema derecha, que no ha permitido al BNP arañar ninguno de los escaños en liza, se centra en Irlanda del Norte, donde el ministro principal, el unionista Peter Robinson, fue derrotado por la candidata del Partido de la Alianza, la única fuerza del territorio que no se rige por divisiones sectarias.
Caroline Lucas, líder del Partido Verde, logró derrotar a los laboristas en su tradicional bastión de Brighton, ciudad balnearia de la costa sur. Su discurso social de izquierdas, unido a sus postulados ecologistas, pesó tanto entre el electorado como la caída en desgracia del diputado Roger Godsiff, en cabeza de la lista de diputados que abusaron de los gastos parlamentarios.
El laborismo logró paliar este desastre al reforzar su reputación de ser el partido más abierto a las minorías al lograr acta de diputadas para Yashmin Qureshi (Bolton), Rushana Ali (Bethnal Green and Bow) y Shabana Mahmood en Birmingham. Contrariamente a los pronósticos, la política musulmana más prominente de la escena británica, Salma Yaqooh, una izquierdista que al tiempo luce con orgullo el pañuelo, no logró por la mínima un escaño.
El BNP, un partido xenófobo que explota las tensiones religiosas, cosechó un 1,9% de los votos, 1,2 puntos más que en 2005, pero no logró el acta de diputado para su líder Nick Griffin, relegado a un tercer puesto en el distrito de Barking (este de Londres). Con sus proclamas antifascistas, la laborista Margaret Hodge superó en 16.000 votos al inmediato rival.
Una de las mayores sorpresas de la noche electoral fue la derrota del unionista Peter Robinson a quien hundió el escándalo de corrupción y sexo que protagonizó su esposa (la famosa Mrs Robinson) a principios de año. La entrada en Westminster del multiconfesional Partido de la Alianza (a costa del escaño de Robinson) es la única novedad que ha aportado al panorama político norirlandés. Los unionistas radicales (DUP, nueve escaños) mantienen su hegemonía y confirman al hijo del reverendo Ian Paisley (del mismo nombre) como sucesor, mientras el Sinn Fein retiene sus cinco diputados que nunca asistirán a las sesiones de los Comunes. Independentistas escoceses y galeses tampoco alteran sus resultados del 2005 (seis y tres diputados, respectivamente). Ambos sostienen que los asuntos que se dirimen en Westminster son para ellos asuntos de segunda división.
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