El ex ministro reaparece en una convención del PP: "Es irrelevante si seré el candidato"
Francisco Álvarez-Cascos es una leyenda, pero él no se conforma con eso, él desea algo más: ser presente. Y cuanto antes, mejor. "Hay una marea creciente que cree oportuno mi regreso", dice. "Hay muchísima gente, entre ellos él mismo, que están ilusionados en tener un candidato de un magnífico perfil", añade el presidente del PP en Asturias, Ovidio Sánchez. Ayer, el ex ministro de Fomento dejó claro una vez más que está "a las órdenes del PP". Ya había dicho hace un año: "Si me sacan a bailar, acepto". Pero su presidente, Mariano Rajoy, se muestra reticente, asegura que "algo ha leído por ahí en los periódicos", pero que a él no le ha dicho nada. Así que Cascos parece dispuesto a lanzarse a una campaña de primarias ante la opinión pública para ganarse su candidatura por aclamación, y ayer dio otro paso más en una plaza de mucho valor estratégico.
Cascos quiere que el líder le pida por favor que se haga cargo del partido
"España necesita a gente como usted", asegura un ex senador del PP
Se celebra en Burgos la Convención Nacional del PP de Castilla y León, la última antes de las elecciones autonómicas de 2011, que hoy precisamente clausurará Rajoy. Los organizadores invitaron a participar a Cascos, y éste aceptó de forma "rauda, inmediata". Y entre el alcalde de la ciudad, el también ex ministro Juan Carlos Aparicio; entre dirigentes regionales y nacionales, como la propia secretaria general, María Dolores de Cospedal; entre todos ellos, las fotos con militantes, los fogonazos de los periodistas, los abrazos emocionados y los aplausos se los llevó Cascos.
Incendió a un público entre el que ya alguno dormitaba, recitando su discurso apenas sin papeles, de pie, gesticulando, bromeando, haciendo reír e incluso llorando él mismo, al recordar a la fallecida ex vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio.
Quitándose casi ya el micrófono de estrella del rock para marcharse, aún le dio tiempo a contestar a Pedro Martín Iglesias, ex senador burgalés de 72 años, que tomó el micrófono para resumir la impresión general: "Hoy se abren nuevas perspectivas para el PP. Quiero hablar de futuro. España necesita gente como usted, los asturianos se lo merecen". Y Cascos, que aspira a aspirar a la presidencia de esa comunidad, respondió: "Estoy siempre a las órdenes del PP". Eso sí, casi una hora se ha pasado perorando, y no ha mencionado ni en una sola ocasión a Mariano Rajoy.
Ha repartido palos a diestro y siniestro contra el PSOE, contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, contra el actual ministro de Fomento, José Blanco. "Su estilo de hacer política es nocivo, pernicioso", "les gusta la España hemipléjica, de dos velocidades", "tras su deplorable ejercicio de memoria histórica lejana sólo hay manipulación para apropiarse de la gestión del PP entre 1996 y 2004"... Cascos embaraza sus argumentos con alusiones de largo recorrido que trascienden los arduos conceptos y gráficos sobre aeropuertos, líneas ferroviarias. Alude a debates de actualidad que en principio no tocarían, como la Ley de Memoria Histórico, "las dos Españas", el déficit desbocado o la falta de crecimiento económico.
Y, como broche final, una llamada perentoria a "abrir urgentemente una mesa de debate titulada Las elecciones como oportunidad, para que los ciudadanos decidan". Porque "la política no puede ser sólo denunciar y advertir, hay que adelantarse". ¿Eso significa que quiere ser candidato autonómico en 2011? "Permítanme que no me distraiga con cosas muy poco importantes, por no decir irrelevantes". Y entre flashes, abrazos y felicitaciones, se volvió a subir al coche. Y los cientos de asistentes a la convención quedaron divididos en dos: los que habían escuchado al "futuro" en una sala abarrotada a la que hubo que cerrar el acceso para que no reventara, y los que no. Hoy, otro futuro, tal vez compatible: Mariano Rajoy.
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