La inversión no se fía de nada ni de nadie

El Ibex 35 cierra esta semana con una caída del 13,78%, la mayor desde octubre de 2008, cuando sumó dos caídas semanales del 21,20% y del 13,48%, respectivamente. En el conjunto del ejercicio, la pérdida acumulada es del 24,24%.

La desestabilización del eurosistema empieza a provocar reacciones en las otras dos áreas económicas, la del dólar y la del yen. El nerviosismo fue evidente en la sesión del pasado jueves en la Bolsa de Nueva York, al tiempo que en la de Tokio se ha perdido más del 6% en las dos sesiones que ha abierto en esta semana.

Los inversores desconfían de un euro inestable por la acumulación de deuda y déficit público de varios países y miran de reojo a Estados Unidos, cuyas cifras en esos aspectos superan con creces a las de cualquier otro. Para los mercados de valores nada es peor que tener una situación inestable como fondo, lo que explica que en prácticamente todas las Bolsas se estén produciendo importantes procesos vendedores, independientemente de las razones más o menos objetivas que haya en cada país o en cada valor para deshacer posiciones.

El Ibex 35 vivió otra sesión muy volátil que casi era una copia de la anterior, con una subida del 2,31% mediada la jornada. La publicación de la estimación del PIB del primer trimestre por parte del Banco de España indica que se sale de la recesión pero, como sucedió el jueves, el papel se impuso y poco antes del cierre se perdía el 4,56%. Entre el máximo y el mínimo intradía se produjo una caída del 6,72%, aunque al final el Ibex 35 perdió el 3,28% y quedó en 9.046,10 puntos. Tras este descenso, los soportes más importantes se encuentran en torno a los 8.800 puntos, aunque en estos momentos el miedo impide ver con claridad la pista de aterrizaje.

En Estados Unidos, una vez pasado el susto de aquella caída momentánea del 9% en el índice Dow Jones, los inversores atravesaban una especie de crisis de confianza y encontraron en la subida de la tasa de desempleo en abril una excusa perfecta para mantenerse fuera del mercado. Los 290.000 empleos creados en abril son un dato que, en otras circunstancias, el mercado habría aplaudido, pero ayer lo más importante era dejar correr el tiempo.

La contratación en el Mercado Continuo fue de 9.564,33 millones de euros.