Barberá presume de aparcamiento pese a las críticas de vecinos por el alto precio
La visita ayer de la alcaldesa de Valencia al distrito de Algirós, donde inauguró un aparcamiento público de 617 plazas que explotará Lubasa, fue agridulce. Algunos vecinos denuncian que el aparcamiento es caro y ha provocado además molestias y desperfectos en sus viviendas. María Amparo, vecina de la calle del Explorador Andrés, se queja de que las paredes y techos de su casa se han llenado de grietas por las obras. "Cada vez que llamo, el Ayuntamiento me pide un escrito, pero tienen desde febrero un informe de Bomberos donde se denuncian los desperfectos". No ha obtenido respuesta. Alfonso Novo, concejal delegado de Circulación y Transportes, aclaró ayer que sólo han llegado al consistorio dos reclamaciones por posibles daños y que, tras una inspección, los técnicos concluyeron que no eran por culpa de la obra.
Inaugurado un nuevo aparcamiento de 617 plazas en Explorador Andrés
Otra vecina, que Barberá se cruza en su paseo por el barrio, la para para quejarse de lo caros que son los aparcamientos -19.900 euros por una concesión de 40 años- y de la frenética actividad de la grúa en los últimos meses. "Soy valenciana, como usted", le dice tras pararla en medio de la calle. Esta mujer lamenta que la policía ha multado a su hija repetidas veces en el último mes y medio por estacionar en doble fila, pero "en un sitio donde no molesta". "Se está produciendo un abuso", insiste. Los socialistas aseguran que las plazas cuestan un 40% más de lo que ha costado su construcción.
Barberá tiene quien la defienda. Otra residente de Algiròs la defiende contra viento y marea. "¿Qué hicieron los otros [en alusión a los socialistas] antes?", le espeta. Allí se quedan las dos discutiendo o dialogando, según el momento, mientras la alcaldesa ya se ha metido en las entrañas del nuevo aparcamiento.
La alcaldesa, ante las dudas aparecidas sobre los precios, precisó que el aparcamiento -pensado en exclusiva para residentes- es más barato que algunos de VPO -aunque estos últimos son en propiedad no en concesión-, e insistió en que si no fuera por su equipo de gobierno esta ciudad no habría multiplicado por 23 el número de plazas.
Al final, y con la festividad de la Virgen de los Desamparados por medio, la alcaldesa pidió, con los medios de comunicación como testigos, una semana de aparcamiento gratis para todos los vecinos. "Hasta después de la Virgen", dijo Barberá al responsable de Lubasa, que accedió sin resistencia alguna.
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