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Columna
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Power Balance

La verdad, hacer dinero no parece tan difícil si uno conoce un poco la psicología humana, es emprendedor, espabilado y no tiene demasiados escrúpulos. Esos son los requisitos imprescindibles. Lo vemos a diario aquí y allá. Hay gente que se enriquece alegremente aun a costa de llevar al país entero a la bancarrota, haciendo que paguen la pifia los trabajadores y los pensionistas, como en Grecia. Hay gente que, más modestamente, conociendo las fragilidades e inseguridades de las personas, ve oportunidad de negocio en la sempiterna venta de esperanza, por ejemplo, en forma de amuleto actualizado. Me refiero a las pulseras Power Balance y sucedáneos que están proliferando en los últimos meses.

Según varios estudios antropológicos, todos los adornos del cuerpo serían, en su origen, amuletos o talismanes. Su carácter mágico explica la cantidad de adornos usados -en contacto directo con la piel- por los pueblos primitivos en todas las partes de su cuerpo, desde la nariz, las orejas o el cuello hasta los brazos, las muñecas y los pies. Sería su valor simbólico, salvífico o defensivo lo que los caracterizaría principalmente, no su valor estético. Bien, pero nosotros somos modernos y, en teoría, deberíamos decir con Max Weber que eso significa que hemos "desencantado el mundo". Es decir, que hemos racionalizado nuestras esferas de conocimiento y que ya no creemos en magias y supersticiones varias. En la práctica, sin embargo, es obvio que ese desencantamiento dista mucho de ser completo. Un claro ejemplo es que siguen abundando, como en cualquier otra época histórica, los amuletos mágicos, aunque eso sí, con una retórica metamorfoseada, pseudocientífica: "Un holograma que restaura un equilibrio electromagnético de tu cuerpo", mejorando la circulación, los problemas musculares, el dolor, el estrés, etcétera. Una vez más, las pulseras mágicas están resultando un negocio redondo.

Algunas asociaciones de usuarios las han denunciado por fraudulentas y casi todos los periódicos les han dedicado un buen espacio ahondando en su carácter de superchería. Ayer mismo, este diario editorializaba con que deberían ir acompañadas de la leyenda "Este producto es perjudicial para la salud... mental". Seguimos desencantando el mundo, pero como siempre, con una de cal y otra de arena. Otro conocido periódico que ha denunciado asimismo la Power Balance, vende pieza a pieza una "pulsera esencia" con sus ejemplares. Cada pieza se anuncia con un significado y una función: "Confianza", "equilibrio mente-cuerpo", "energía positiva", "creatividad", "amor/lealtad", etcétera.

En fin, todo son variaciones sobre el mismo tema. Y el tema es que para mucha gente la "racionalización del mundo" es una intemperie demasiado fría y desabrida. Necesitan calentarlo con alguna dosis de esperanza, de promesa de equilibrio y bienestar, aunque venga empaquetado en forma de amuleto mágico.

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