Los grandes de la filosofía, con el diario

Charles Darwin fue un hombre desgarrado: en los salones actuaba como un miembro más de la conservadora sociedad victoriana mientras que, desde su despacho, dinamitaba los pilares espirituales y científicos de su tiempo. Las grandes ideas generan revoluciones. Da igual que sus dueños ejerzan de discretos académicos (Adam Smith), agitadores (Nietzsche) o prohombres (Platón); a todos les distingue la capacidad para dar un paso más allá de lo que sus coetáneos asumen como el límite del conocimiento.

Bajo el título Grandes obras del pensamiento EL PAÍS reúne una selección de estos domadores de ideas en una colección que distribuirá cada fin de semana junto al diario. Desde los clásicos griegos hasta Albert Einstein, la recopilación reúne destellos geniales de la historia de las ideas. Por ejemplo, la irrupción del racionalismo de Descartes, la definición del capitalismo de Adam Smith, o su cuestionamiento como modelo social por Marx.

Al valor que de por sí presentan los textos, una selección de cualificados prologuistas le aporta una lectura actual. Jordi Ibáñez plantea cuánto de iconoclasta hay en aquellos sistemáticos paseos kantianos en el transcurso de los cuales maduró un método de reflexión crítica; Jesús Ferrero viaja a China para rescatar a Confucio; Germán Cano reconstruye el templado infierno de Séneca, en busca de la sabiduría. Enrique Gil Calvo, José Manuel Sánchez Ron, Amelia Valcárcel, Javier Gomá, Rafael Argullol y Vicente Verdú son otras de las firmas que ayudan al lector a acercarse a estas voces para entender por qué su genialidad ha permitido que sigan vigentes.

La primera entrega de la colección será mañana domingo: un volumen de obras de Platón (Defensa de Sócrates, El banquete, Fedro, Menón, Critón, Hipias menor e Ion), prologada por Carlos García Gual.