Las esposas de Millet y Montull dicen que desconocían el saqueo
No sabían nada porque eran esposas y confiaban en la gestión de sus maridos. Ese es el argumento que ayer esgrimieron en su declaración ante el juez Marta Vallès y Mercè Mir, esposas de los saqueadores confesos del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull.
Más de 10 meses después de que el fiscal presentara la querella, el juez Juli Solaz tomó declaración a las mujeres como imputadas y sólo respondieron al fiscal y a sus abogados. Las imputadas negaron cualquier relación con el caso y explicaron que si figuraron un tiempo en algunas empresas de la trama era sólo por una cuestión formal. Las mujeres fueron suprimidas formalmente de sus cargos el pasado 10 de septiembre, días antes de que sus esposos confesaran al juez una pequeña parte del expolio.
Los nuevos gestores del Palau descubrieron después que Vallès y Mir fueron administradoras de Aysen Producciones SL y Aurea SA, dos empresas que facturaron al Palau 682.915 y 338.956 euros, respectivamente, por informes inexistentes para justificar el sobresueldo de sus maridos. Fuentes judiciales explicaron que las mujeres intentaron en su declaración dar la imagen de amas de casa sin conocimientos y recurrieron a las frases que les decían sus padres sobre cómo debían actuar unas "buenas esposas".
También declaró como imputado Joan Segura, ex secretario de la fundación hasta el año 2004 y encargado de custodiar el libro de actas de la entidad, que sigue sin aparecer. En una de sus páginas figura el acuerdo en el que se aprobaron los bonus extraordinarios de casi un millón de euros anuales cobrados por los saqueadores desde 2001. Segura explicó que para percibir ese dinero era necesario disponer de una aprobación expresa de la junta de la fundación que no existía. Tras abandonar el cargo siguió cobrando como abogado del consorcio hasta 2007 y facilitó a los saqueadores la creación de las sociedades pantalla, según la acusación.
