Reencuentro con Ortega
Obras completas. La Comisión Académica de la Fundación José Ortega y Gasset, presidida por Juan Pablo Fusi, y el equipo de nueve investigadores, que por orden alfabético abre Carmen Asenjo y cierra Javier Zamora Bonilla, nos presenta un tomo más de las Obras completas del filósofo. En principio, se trata de su obra póstuma, redactada entre 1933 y 1948, pero no comprende sólo la trascripción de manuscritos inéditos, sino también la recomposición de ensayos a veces inacabados que habían sido anteriormente objeto de ediciones parciales e incluso erróneas, a pesar del esfuerzo personal de aquel fiel discípulo que fue Paulino Garagorri, depurando esos textos ya publicados por medio de su contraste con las fuentes manuscritas del Archivo Ortega. Para resumir, el equipo investigador ha llevado a cabo una paciente y precisa labor de anastilosis, comparable a la de los arqueólogos que tienen ante sí fragmentos dispersos, incompletos, restauraciones poco convincentes, y acaban poniendo en pie de forma admirable el bosque de columnas. Como consecuencia, surge la posibilidad de una nueva lectura enriquecedora de la obra de Ortega a lo largo de ese periodo crítico. 1933 marca el fin del Ortega comprometido con la tarea de impulsar la modernización de España. Desde los primeros días de la República no encuentra su sitio en el nuevo régimen y ello, como en la década anterior, provoca un cambio de tercio en su incesante actividad intelectual, orientándose hacia el terreno de una filosofía social donde espera ver claro, al otro lado de la maraña política. Por eso en este volumen se encuentran escasos textos políticos. Alguno, sin embargo, es fundamental, como la hasta ahora inédita segunda parte de ¿Qué pasa en el mundo?, de 1933. Son doce páginas donde Ortega se sitúa frente al comunismo y al fascismo, y reivindica una democracia liberal que a su juicio por propia culpa pasa por malos momentos: "Comunismo y fascismo", advierte, "al maldecir de la democracia liberal y procurar triturarla creen que con ello quebrantan sólo la obra del siglo XIX que tan cordialmente detestan, pero la verdad es que lo específico de Europa frente a los demás ciclos y modos de la humanidad ha sido siempre la democracia liberal, modulada claro está en cada siglo según los modos de la época". Liberalismo se contrapone a estatificación. En comunismo y fascismo, política es "técnica de asalto al Poder público y su retención". El enfoque político queda de todos modos inserto en el filosófico: ambos son "síntomas de un cambio radical en la actitud vital del hombre". La lectura del texto se complementa con la de otro escrito, más breve, dirigido a jóvenes simpatizantes que quieren fundar una asociación titulada Nueva Política. Al cabo del primer bienio republicano, Ortega se distancia del socialismo, pero también del bloque de derechas: apunta a "un grupo de hombres decidido a iniciar desde hoy una nueva moral pública". Un callejón sin salida según recogen las contadas alusiones políticas en el resto del volumen. "Llevo doce años de silencio", escribe en 1945. "Durante nueve años y medio he vivido en la emigración. En rigor, sigo en ella". El grueso de este tomo IX resulta capital para percibir en su plenitud la madurez del pensamiento orteguiano en los campos de la filosofía social, la filosofía de la historia, e incluso la crítica del arte. Las notas de los editores permiten además encuadrar esta nueva lectura de obras tales como El hombre y la gente, La razón histórica, La idea de principio en Leibniz o la Exposición y examen de la obra de Dilthey. No estamos ante un nuevo Ortega, pero sí ante un Ortega más completo.
Obras completas, tomo IX (1933-1948). Obra póstuma
José Ortega y Gasset
Taurus. Madrid, 2009
1.534 páginas. 50 euros
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