Londres pide disculpas por burlarse del Papa en un documento
El Foreign Office se disculpó ayer por un documento interno que le falta el respeto al Papa. El texto, titulado La visita ideal podría ser..., ha sido escrito por un joven funcionario de la diplomacia británica en el marco de un ejercicio para buscar ideas en torno a la visita de Benedicto XVI a Reino Unido en septiembre. Entre los acontecimientos ideales que podría protagonizar el Papa, el funcionario cita los siguientes: lanzar su propia marca de condones Benedict, visitar una clínica abortista, levantar el veto a las mujeres sacerdotes, bendecir un matrimonio homosexual, despedir a los obispos afectados por el escándalo de los abusos sexuales a niños y abrir una línea telefónica de ayuda a las víctimas, pedir disculpa por la Armada Española, apoyar un concurso para elegir a Miss Mundo en Desarrollo y cantar una canción en homenaje a la Reina con fines benéficos.
El documento, con fecha de 5 de marzo, tenía la advertencia de que no debía circular fuera de Exteriores, pero fue enviado a otros departamentos ministeriales. El titular del Foreign Office, David Milliband, se declaró "horrorizado" por el incidente y el embajador de Reino Unido ante el Vaticano, Francis Campbell, se entrevistó con varios altos cargos de la Santa Sede para pedir disculpas.
Un texto "imprudente"
"Lo lamentamos profundamente", dijo ayer un portavoz del ministerio. "Es obvio que se trata de un documento imprudente que de ninguna manera refleja las políticas o las opiniones del Gobierno británico o de Reino Unido. Muchas de las ideas de ese documento son imprudentes y una falta de respeto", declaró el portavoz.
"El texto no tenía el visto bueno ni había sido enseñado a ningún ministro o alto cargo antes de ser puesto en circulación", añadió. El funcionario autor del texto "ha sido trasladado a otras obligaciones", explicó. "Se le ha comunicado de viva voz y por escrito que fue un serio error de juicio y ha aceptado ese punto de vista".
El obispo de Nottingham, Malcolm McMahon, declaró que el texto muestra "maneras atroces", pero añadió que no pensaba que fuera en serio y que no creía que los católicos vayan a sentirse ofendidos "porque están acostumbrados a tener mala prensa".
"Creo que es una broma que ha ido demasiado lejos y fuera de control", señaló a la BBC Jack Valero, del grupo Catholic Voices.
