Crisis de confianza en la Bolsa

Los mercados de valores europeos se han movido esta semana según crecía o menguaba la dimensión de los problemas de Grecia, con la particularidad de que de cuando en cuando los analistas aireaban concienzudamente el riesgo de contagio a otros países.

Los riesgos han estado desigualmente repartidos y, mientras que la periferia europea sufría, Alemania destacaba en todos los aspectos.

El Ibex 35 termina esta semana con un descenso del 3,03% que pudo ser mayor si Grecia no decide por fin solicitar la puesta en marcha del plan de ayuda. El viernes, el Ibex 35 recuperó casi el 1% y evitó caer por debajo del soporte de los 10.800 puntos que había perdido durante algunos minutos tras una apertura negativa. Al final, el Ibex 35 queda en 10.918,20 puntos y con la asignatura de los 11.000 puntos como tarea pendiente para las próximas sesiones.

La presión de los inversores sobre la deuda española ha sido muy fuerte a lo largo de la semana, hasta el punto de que la caída del precio del bono a 10 años llevó su rentabilidad hasta el 3,98% en la jornada de cierre. La deuda alemana a 10 años, por el contrario, termina esta semana bajo presión compradora y con una rentabilidad del 3,06%.

Para los inversores españoles la situación es complicada ya que la presentación de resultados de las grandes empresas llega en un momento delicado y con las cotizaciones en unos niveles con poca capacidad de aguante. Ahora que Grecia ha solicitado finalmente ayuda, todo debería solucionarse, pero las dudas que se han apuntado sobre las finanzas de unos cuantos países no van a desaparecer fácilmente. Para colmo de males, algunos rumores sobre la normativa del sector de energías renovables mostraron la fragilidad del mercado de valores español, que cayó con fuerza ante la desbandada de los inversores.

Los datos que indican que la economía española comienza a moverse pueden ser un aliciente si finalmente se confirman, aunque las cuentas que van a presentar las sociedades se refieren a la parte más floja del proceso económico. Sin embargo, Alemania ha recuperado la confianza gracias al incremento de las exportaciones y el índice DAX de la Bolsa de Francfort termina la semana con una subida del 1,27%, mostrando con ello la diferencia de ritmo con que pueden moverse los mercados de valores a corto plazo.

La Bolsa de Nueva York consigue mantenerse sobre los niveles de resistencia, a pesar de que la economía estadounidense no termina de definir su recuperación. Esta semana destacaba la subida en la venta de viviendas, gracias al programa tributario del Gobierno que termina ahora en abril, pero la producción de bienes duraderos enfrió los ánimos de los inversores con un inesperado descenso en marzo. La escasa actividad económica es, a fin de cuentas, la causa de que los inversores vean negro casi todo. -